Posiblemente, lo que menos le importe a Jon Matthews sea el dinero que ha conseguido ganar. Ni más ni menos que 5.000 libras esterlinas, unos 6.361 euros al cambio, sobre una apuesta inicial de 100 libras. A fin de cuentas, sigue vivo a pesar de lo que le dijeron los médicos.

En un país en el que la afición al juego es un verdadero problema social, no es de extrañar que alguien sea capaz de jugar por su propia vida. En este caso, al menos, el gesto tiene algo de esperanzador. Cuando a este vendedor de 58 años le diagnosticaron un mesiotelioma (un tipo de cáncer maligno que se desarrolla en los pulmones, casi siempre tras una contaminación por asbesto) no le dieron mucho tiempo de vida. De hecho, también su mujer había fallecido de un cáncer de pulmón cuatro años atrás.

"No sé qué es, pero sigo aquí"

Según cuenta el diario Daily Mail, escribió sus últimas voluntades y dejó pagado su funeral, pero seguía encontrándose bien así que, cuando pasaron las navidades que le dieron como plazo, hizo su apuesta. Este domingo recogía la suma ganada, toda vez superado el plazo máximo de supervivencia que le habían dado los médicos.

En declaraciones recogidas por el diario cuenta que no es "un hombre de apuestas, sólo juego una vez al año o así, pero fui y aposté; comprobaron los datos y por eso me ofrecieron unas ganancias de 50/1". Los médicos dicen ahora que la clave de su supervivencia está en su "actitud mental positiva", aunque también acudió a un sanador naturista que le prescribió un remedio que toma cada día desde entonces. "No sé qué es, no voy a decir que sea él quien me ha curado, pero sigo aquí", comenta.