No es nada anormal. Las estadísticas afirman que entre un 8% y un 10% de la población es homosexual, bisexual o transexual, así es que en las familias, también. En una de cada cuatro hay alguno, sumando hasta el tercer grado de consanguinidad, según datos que esgrimió la Associació de Mares i Pares de Gais i Lesbianes (Ampgil). La entidad considera que estos datos, obtenidos a partir de estudios en EE_Unidos, son extrapolables también a Catalunya.

Y es que sólo la mitad de los padres saben que sus hijos son homosexuales. Lo dice otro estudio (éste elaborado en Italia y hecho público también ayer) elaborado a partir de 200 familias. También asevera que entre un 10% y un 15% de los padres que participaron rechazan directamente la condición sexual de su hijo. La mayoría lo asume pero no lo celebra: «Los padres piensan que sus hijos van a ser ingenieros... Pero cuando les dicen que son homosexuales, a la mayoría les cuesta asumirlo», dijo Albert Arcarons, miembro de Ampgil.

Según datos aportados en la jornada organizada por Joventut, en 2007, se presentaron 187 denuncias relacionadas con violencia homófoba. La mayoría (61%) corresponden a «agresiones» sufridas en lugares públicos (calles, plazas, metro...). En otro 21% se «acusa» a la administración, mientras que otro 11% corresponde al trabajo. Medios de comunicación o derecho de admisión en algunos lugares son otros motivos de queja.