«¡Chencho, Chencho!», gritaba un desesperado Pepe Isbert buscando a su nieto en la Plaza Mayor de Madrid mientras su hija le esperaba en casa junto con sus otros 14 nietos.

Corría el año 1962 y, sin llegar al extremo de esa gran familia, los hogares españoles albergaban entre sus paredes a varias generaciones y un nutrido número de hijos.

Hoy, más de 30 años después, aquella familia podría ser una pareja sin hijos o sólo con uno, o bien un núcleo familiar con un sólo progenitor tras un divorcio.

La evolución del modelo de familia ha traído aparejada una progresiva reducción del tamaño de los pisos, que se ha convertido en uno de los síntomas más claros del cambio social experimentado en nuestro país.

El número de residentes en los hogares españoles se reduce cada año.

Mientras en 1970 había una media de 4,8 personas por vivienda, la cifra actual ha bajado a 2,9.

Casi la mitad de los españoles viven en un hogar compuesto por una, dos o tres personas, mientras que las familias de cinco o más miembros son sólo una de cada diez.

Esta nueva organización familiar se ha reflejado en el aumento del número de hogares, cifrado en un 20% en la última década, mientras que la población sólo ha crecido un 5% durante ese periodo.

Los hogares que más han crecido son los unipersonales –un 82% en los últimos diez años–.

Todo un fenómeno, en todas las franjas de edad, que se explica por el número de solteros que quieren vivir solos, los divorciados y los mayores que se quedan solos.

Esta evolución es, junto con el incremento de los precios (que se multiplicaron por cinco entre 1987 y 2006), el factor más influyente en la drástica reducción de la superficie de las viviendas: casi la mitad de los pisos de obra nueva que se ofertan tienen menos de 60 m2, un tipo de piso que ha aumentado un 45% en los últimos diez años, según datos de Caixa Catalunya.

Mientras, la construcción de pisos de 61 a 105 m2 ha crecido sólo un 11% en el mismo periodo.

En cuanto a la superficie media, en los pisos es de 98,3 m2, y hace tan sólo ocho años, en 2000, llegaba a los 105,5 m2.