C. G. G. tenía 57 años y trabajaba en la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. Ayer murió sobre las 9.45 h atropellada por un camión de gran tonelaje en la avda. de Hytasa, una zona en obras donde los vecinos ya habían avisado del peligro:«los semáforos no funcionan» y las aceras «son muy estrechas».

El 15 de febrero una vecina registró en el Servicio Administrativo de Tráfico y Transportes una comunicación pidiendo la reparación de los semáforos a la altura de las Consejerías de Empleo y Bienestar Social, que, según varios testigos, «llevan más de siete meses sin funcionar».

La respuesta llegó el 24 de abril, más de dos meses después. El director general de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Rubén García, afirmaba que el problema ya había sido puesto en conocimiento del servicio técnico para su estudio.

Según algunos testigos, el conductor del camión, J. R. J., de 43 años, vecino de Écija y que dio negativo en el control de alcoholemia, dejó pasar por un paso de peatones a las tres personas que antecedían a la víctima, a la que no vio al reiniciar la marcha.

Cientos de vecinos se manifestaron ayer en la zona y el alcalde ha ordenado que se abra una investigación.

Con éste son ya tres los accidentes mortales ocurridos en los tres últimos meses en Sevilla capital. El 22 de mayo moría un hombre de 32 años atropellado por el coche que conducía una joven de 25 que dio positivo en la prueba de alcoholemia.

Y el 3 de marzo un joven de 15 años era atropellado por una moto al cruzar un paso de cebra en San Jerónimo. Murió ocho días después. El conductor iba ebrio.

Buscan testigos de un atropello en la A-66

El cuerpo sin vida de G. L. R., de 48 años, fue hallado en la cuneta de la autovía A-66, a la altura de la zona comercial de Camas, 12 días después de su desaparición víctima de un supuesto atropello.

La Policía baraja las hipótesis de que el accidente fuera provocado por una furgoneta grande o un pequeño camión, por las huellas de frenada, o por un Seat Toledo, por las piezas halladas junto al cadáver.

La familia de la víctima busca testigos que puedan ayudar a esclarecer el caso poniéndose en contacto con la Policía Nacional o la Guardia Civil.

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