Ayer por la mañana todavía se percibían los rastros de la plataforma No al Quiosco, que se volvió a concentrar en la tarde-noche del martes a un buen número de personas junto a la playa de Santa María del Mar, y que dejaron una retahíla de pancartas en las que se podían leer lemas como: "Teófila, no queremos media plaza, sino la plaza entera".

Es la respuesta a los nuevos planes del Ayuntamiento para esta la plaza-mirador donde se pretende instalar un restaurante de la firma Pablo Grosso, y que ha contado con una gran oposición vecinal y política.

Los nuevos plantes del Ayuntamiento, tal y como hizo público el mismo lunes, son "realizar un proyecto de reordenación de la citada plaza que tendrá, como objetivo principal, mejorar la capacidad de uso público de la misma y hacerlo compatible con el uso hostelero previsto desde el año 1994".

El Ayuntamiento asegura que la anunciada reordenación de la plaza se encaminará a mejorara la capacidad de uso público por parte de todos los ciudadanos con la colocación de juegos infantiles, bancos, zonas de descanso, cambio del actual firme y, sobre todo, integración de la plaza con la bajada peatonal a la aledaña playa del mismo nombre.

Pero no ha sido suficiente para vencer todas las resistencias. Una vecina del lugar, M. D. B. comentaba ayer por la mañana a 20minutos.es que "todo dependerá del proyecto", pero a continuación puntualizó que "cualquier restaurante que traigan puede acarrear muchos ruidos y otros molestias". "El mirador le da más categoría a la zona que el quiosco", prosiguió esta gaditana.

Aunque no todos lo ven así. En un banco cercano descansaba con su perro el también vecino Rafael Manchón, quien apuntó a este periódico que "la plaza tal como está es una porquería. Cuando se inauguró al menos funcionaba la fuente, pero ahora han puesto alrededor todas esas pitas para ahorrarse trabajos de jardinería y regadío pero que son un peligro para los niños".

Así que este vecino es de los que dice que, para estar como está ahora, prefiere un quiosco de proporciones adecuadas, compatible con una amplia zona de esparcimiento, y donde se pueda tomar una cerveza.

También hay quien acusa a la plataforma opositora de estar movida por intereses tan particulares como los del Grupo Grosso, que le quitará el monopolio de las tapas y el refrigerio al Café Fenicia situado en la calle trasera a la plaza, y que le quitará también la vista que se divisa desde su balcón a uno de los vecinos que lucen estos días pancartas en sus terrazas.

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