El famoso contrato de integración que plantea la Generalitat Valenciana para que los inmigrantes se comprometan a respetar las costumbres y leyes de la Comunitat será «estrictamente voluntario». Así lo aseguró ayer el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco (PP), quien añadió que aquellos foráneos que no quieran asumir el compromiso no tendrán «ningún tipo de discriminación» por ello.

«No pasará absolutamente nada a quien no lo firme», añadió, al tiempo que se mostró convencido de que la iniciativa no generará rechazo entre los colectivos.

El titular de Inmigración subrayó que en la Comunitat Valenciana la población extranjera residente alcanza el 16% del total (732.102 personas), y más de 87.000 inmigrantes están en situación irregular.

«Nos parece legítimo que asuman los valores de la democracia, de nuestro sistema de convivencia, y que conozcan el entorno económico, social, cultural e institucional de la Comunitat Valenciana», indicó Rafael Blasco.

El conseller añadió que los colectivos y asociaciones de inmigrantes a los que han explicado la iniciativa han mostrado gran receptividad hasta el momento.

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