Sin duda la limitada rentabilidad, así como la cantidad de trabajo necesario, hacen de la ganadería y la agricultura un difícil modo de ganarse la vida, pero las duras condiciones no han conseguido amedrentar a estos hermanos. No en vano, desde su entrada en la gestión del negocio, han apostado decididamente por la modernización de la empresa incorporando una nueva sala de ordeño, tanques de frío, tractor con cuba para la alimentación, así como la construcción de nuevas naves, hormigonado de los parques, pavimentación de las instalaciones y un gasto poco común a otras actividades económicas: la adquisición de cuota láctea.

Los avances tecnológicos han supuesto un total de 400.000 euros de inversión, toda una apuesta por el futuro que, por supuesto, ha tenido importancia en la concesión del reconocimiento como “Mejor Agricultor de 2007” al mayor de los hermanos, Ramón, quien además es vicepresidente de la sectorial ganadera del sindicato agrario.

Los terrenos e instalaciones de la mercantil “Hermanos Miralles” están situados en la partida ilicitana de Daimés, donde ocupan un total de 280 tahullas, repartidas entre 30 que se dedican al tradicional cultivo del granado y las 250 restantes que ocupan las grandes extensiones de cereal que en un 10% se destina a forraje para las 170 vacas lecheras con las que cuenta la ganadería y que se ordeñan hasta tres veces diarias, de manera que al cabo del año se obtienen cerca de 500.000 litros de leche.

La dureza del oficio, junto a los tiempos inciertos en el mercado, hacen que el galardón que ASAJA entregó el pasado sábado en la pedanía de Valverde anime decididamente a gentes como los Miralles y otros, auténticos baluartes del campo de ciudades antaño agrícolas como es el caso del extenso término municipal de Elche.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE ELCHE