Un nuevo ataque de perros asilvestrados ha provocado la muerte de 22 ovejas y heridas a otras seis. Según el denunciante, los hechos se produjeron entre los días 11 y 15 de mayo en las granjas ‘Huertas Nuevas' y ‘La Urreja' del término municipal de Almazán. En este último paraje se ubican las naves en las que ya fueron atacadas en el mes de febrero de este mismo año 1.200 ovejas por perros incontrolados, de las que murieron 57 y 68 quedaron heridas.

El ganadero ya declaraba entonces que llevaba diez años soportando los ataques de los perros y que debía ser la administración quien se hiciera responsable del control de los canes. Aseguró entonces que las denuncias interpuestas durante una década no habían solucionado el problema. Ésta y otras circunstancias de pérdidas económicas, llevarán a muchos a abandonar el ovino, aseguró.

Este suceso coincide además con la solicitud del sindicato agrario Coag al servicio territorial de medio ambiente del control del lobo en la comarca de Tierras Altas. En las dos últimas semanas han detectado, y los informes así lo indican, que se han producido ataques a rebaños de ovino. "Coag ya se temía que esto pudiera producirse dada la expansión que esta especie viene experimentando en el conjunto de la provincia", aseguran.

Manifiestan su "profundo malestar y rechazo por la actuación de la Consejería de Medio Ambiente en esta materia" y dicen que la expansión de esta especie se debe a "la actuación deliberada de no controlarla debidamente".

Para el sindicato, la Administración margina económicamente a los ganaderos por no indemnizar del total de los daños ocasionados y obligarles a suscribirse a un seguro de riesgo ajeno a la explotación.

Un grupo de buitres también atacó el pasado 20 de mayo a una oveja, que acabó devorada sin que el ganadero pudiera hacer nada para evitarlo en una finca que se encontraba vallada, en el término municipal de Centenera de Andaluz, según denunció un vecino a la Guardia Civil de Berlanga de Duero.

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