El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se resiste a aportar datos relevantes sobre la fuga radiactiva de la central nuclear de Ascó que permitan

esclarecer la gravedad del accidente y su impacto radiológico sobre la población y el medio ambiente, según ha denunciado ante los medios la organización

Greenpeace.

Desde la organización ecologista, se ha advertido que el CSN ha decidido demorarse en responder a la segunda batería de preguntas de Greenpeace, presentada el pasado 21 de abril, cuyo

plazo de respuesta venció el 21 de mayo, alegando la "complejidad y extensión de los trabajos de análisis", acogiéndose al Artículo 10.2.c.2) de la Ley 27/2006 por la que se regulan los derechos de acceso a la información en materia de medio ambiente.

Greenpeace ha criticado la

falta de transparencia del CSN pues ha considerado que estas preguntas pueden contestarse a fecha de hoy, si bien puede haber Actas de Inspección y otros documentos -que también se solicitan en la carta- que pudieran estar incompletos, los cuales se pueden mandar en el plazo de otro mes adicional que establece la Ley.

Asimismo, desde la organización verde han mostrado su malestar porque ni la presidenta del CSN, Carmen Martínez, ni el ministro de Industria, Miguel Sebastián, han dado todavía

explicaciones sobre el escape de la planta nuclear en el Congreso de los Diputados.

Greenpeace considera "escandaloso y preocupante" que el CSN siga sin aportar el cálculo de la radiactividad total liberada al medio ambiente en este escape,

dato fundamental para comprender el alcance real de este accidente, y siga sin proporcionar el listado requerido de las partículas radiactivas encontradas.

"Exigimos al CSN que no trate de

encubrir la actuación irresponsable de la central nuclear de Ascó y se preocupe de la seguridad de los ciudadanos y del medio ambiente", ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.

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