La caída de la cúpula política de ETA en Burdeos no ha descabezado, para nada, el aparato militar de la banda, según han explicado a 20 minutos fuentes antiterroristas. ETA mantiene aún intacta su capacidad operativa para cometer atentados.

De hecho, tanto el Ministerio como el Departamento vasco de Interior esperan una inminente ofensiva de ETA como respuesta a la caída del aparato político. La Ertzaintza distribuyó el martes una circular interna entre todas sus unidades en la que recuerda a los agentes la necesidad de «extremar la vigilancia». También están en alerta todas las sedes y concejales socialistas en el País Vasco.

ETA es una organización dirigida de manera colegiada por un comité ejecutivo en el que se encuentran representados con el mismo rango jerárquico los responsables de sus principales aparatos. Hablar de 'número uno' es a veces confuso.

Como organización de principios marxistas-leninistas, ETA está dirigida por un comité ejecutivo, denominado 'Zuba' (acrónimo de 'Zuzendaritza Batzordea'), del que forman parte los responsables de todos los aparatos, en número impar para evitar empates en las votaciones en caso de que no haya consenso.

En algunas etapas en las que las detenciones han mermado a la banda, la composición de la cúpula se ha limitado a una ‘troika’ formada por los cabecillas de los tres aparatos más importantes: político, militar y logístico. La estructura diseñada por ETA permite que tras la caída de algunos de sus dirigentes, otros tomen el relevo, “como una serpiente que muda la piel”, explica un agente antiterrorista.

Tras las detenciones, ascensos

Las detenciones de Francisco Javier López Peña, ‘Thierry’, Ainhoa Ozaeta Mendiondo, Igor Suberbiola y Jon Salaberria han provocado automáticamente el ascenso al aparato político de dos de los etarras más veteranos. El nuevo ‘número uno’ del aparato político es ahora Juan Cruz Maiztegui Bengoa, de 61 años, alias ‘Aloña’ o ‘Pastor’. Junto a él, un enfermo ‘Josu Ternera’, que volvería a ostentar el mando por tercera vez, apoyado por su hijo Egoitz, supuesto compañero sentimental de la detenida en Burdeos Ainhoa Ozaeta.

Al mismo nivel que el político, se sitúa el ‘aparato militar’, que no dispone en estos momentos de un jefe claro: Mikel Garikoitz Aspiazu, alias ‘Txeroki’ o ‘Arrano’ tendría menos peso en este nuevo organigrama. Por encima de él estaría Aitzol Iriondo, ‘Gurbitz’. La Guardia Civil cree que este último etarra mató a dos de sus agentes el pasado 1 de diciembre en Capbretón, lo que le ha encumbrado dentro de la banda. Otras dos personas dirigen hoy comandos o ‘taldes’ operativos en la reserva, como Eneko Zarrabeitia Salterain y una mujer, Alaiz Areitio Azpiri.

Otro aparato con gran peso dentro de ETA es el ‘lohi’ o aparato logístico. Está dirigido por Eneko Gogeascoechea Arronategui, que fue uno de los discípulos de López Peña, también apodado el ‘zulos’. Junto a él un ingeniero de 43 años, Tomás Elorriaga Kuntze, encargado de diseñar las bombas etarras, como ya adelantó 20 minutos.

“Otra persona a la que se le tiene mucho respeto” en la banda es José Luis Escolaiza, ‘Dienteputo’. Es el encargado del aparato de finanzas o ‘diba’. Un antiguo pistolero etarra con seis asesinatos a sus espaldas.