La acumulación de trabajo en los juzgados de lo Penal de Zaragoza están retrasando la ejecución de las sentencias «varios meses, e incluso años, dependiendo del tipo de delito», según los trabajadores, que llevan tiempo reinvindicando la creación de un noveno juzgado, y el aumento de la plantilla.

El hecho de que se hayan convertido en un delito penal conducir sin carné o a determinada velocidad ha aumentado el volumen de trabajo de los juzgados zaragozanos, que llegan a realizar «hasta 40 juicios rápidos en una semana», explica Luis Casero, representante de CCOO los trabajadores de justicia. Antes, se realizaban de media unos 15 a la semana, lo que supone que casi se han triplicado el número de juicio rápidos en los últimos meses.

Como consecuencia de este atasco, se retrasa el cumplimiento de castigos que pueden ser en forma de multa, pero también de cárcel. «Hay miles de personas con el carné retirado, pero siguen conduciendo», explica Casero.

La principal queja de los trabajadores es que, a pesar de que aumentan sus competencias, no lo hace la plantilla, ya que tan sólo trabajan ocho personas en cada uno de los ocho juzgados.

Además, según denuncia Luis Casero, el turno de guardia llega a celebrar 50 juicios rápidos, y los trabajadores «no cobran por las guardias».

El trabajo de los juzgados de lo Penal no se queda simplemente en realizar los juicios, si no que también se encargan de que los culpables cumplan su pena, lo que implica un gran trabajo administrativo, que es, según el representante de CCOO, «lo que realmente retrasa el trabajo, y tenemos miles de asuntos sin poder cerrar».

La complicada situación de los juzgados de lo Penal de Zaragoza arrancó en 2003, cuando empezaron a celebrarse juicios rápidos. En abril se inauguró el octavo juzgado de lo penal de Zaragoza, pero no ha aumentado la plantilla, como denuncian los trabajadores.

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