Sospechan que fueron cuatro suicidas, aunque sólo se confirma un muerto

Vivían en Leeds (Yorkshire) y eran británicos. Hallan explosivos en una vivienda de esa ciudad y en un coche en Luton. Detenido un pariente de uno de los presuntos terroristas
Cinco días después de los atentados, la investigación comienza a dar frutos. Scotland Yard informó ayer de que los atentados fueron obra de cuatro terroristas, posiblemente de origen británico, que llegaron el jueves por la mañana a Londres en tren desde Leeds, la principal ciudad de West Yorkshire, al norte de Londres. Sus rostros fueron grabados por las cámaras de seguridad de la estación King’s Cross, desde donde se habrían dispersado. Documentos y pertenencias de tres de ellos han aparecido en los asientos más próximos donde estallaron las tres bombas del metro, y el cuarto, por el que su familia preguntó a la Policía el mismo jueves, murió decapitado por la explosión de la bomba que llevaba junto a él en el autobús que saltó por los aires en Tavistock.

Aunque la Policía, basándose en las pruebas forenses, sólo confirmó la muerte de uno los terroristas en la estación de Aldgate, con este hallazgo cobra fuerza la teoría de que los cuatro fallecieron al cometer los ataques. Así, la cadena Sky News apuntó a un atentado suicida múltiple.

Seis viviendas registradas

En Yorkshire, además, fue detenido ayer un individuo que podría estar emparentado con uno de los terroristas, y que fue trasladado a la capital para ser interrogado. Los agentes practicaron el arresto durante el registro de seis viviendas en Leeds, de las que tres pertenecían a otros tantos supuestos autores del 7-J. La Policía provocó una explosión controlada para entrar en uno de los inmuebles y, según la BBC, encontró «una gran cantidad de explosivos» en una de las casas.

También localizó explosivos en un coche estacionado en el aparcamiento de la estación de tren de Luton, después de cerrar la zona y llevar a cabo varias explosiones controladas. Un segundo automóvil era investigado anoche en Leighton Buzzard.

La investigación en fase inicial

La investigación policial, aunque «intensa», se halla aún en fase preliminar, según apuntó ayer el jefe antiterrorista de Scotland Yard, Peter Clarke. Hasta ayer la Policía había hablado con más de 700 testigos y visionado más de 500 horas de imágenes tomadas por las cámaras de seguridad (en total, analiza unas 2.500 cintas).

Denuncia clave primera pista

La familia del terrorista del autobús contactó con las autoridades para denunciar su desaparición, sobre las 10 horas del 7-J, llamada que fue clave para iniciar las investigaciones. Con la denuncia, la familia puso de relieve además que desconocía el complot para perpetrar los ataques.

«No marginar a ninguna comunidad»

El responsable antiterrorista de Scotland Yard, Peter Clarke, recordó ayer, en rueda de prensa, que los atentados fueron obra de fanáticos y extremistas y que, por tanto, «no hay razón para marginar o estigmatizar a ninguna comunidad», en referencia a la comunidad musulmana. Al término de su declaración, Clarke no admitió preguntas para salvaguardar la «seguridad» de la ciudadanía, a la que pidió toda su colaboración para esclarecer las circunstancias de los ataques.

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