Las aguas del Mar de Galilea esconden el secreto de la "barca de Jesús"

  • Galilea conserva una barca del siglo I que podría haber pertenecido a Jesucristo.
  • "No podemos saber si Jesús empleó esta barca o no, pero probablemente la vio", aseguran los responsables del museo.
  • Fue descubierta en 1986 por los dos hijos de un pescador.
Barca del siglo I que se exhibe en el Museo de la Barca del Siglo I, en el Kibutz de Ginosar. (EFE)
Barca del siglo I que se exhibe en el Museo de la Barca del Siglo I, en el Kibutz de Ginosar. (EFE)
EFE
Barca del siglo I que se exhibe en el Museo de la Barca del Siglo I, en el Kibutz de Ginosar. (EFE)
Galilea fue escenario del sermón de la Montaña, del milagro de los panes y los peces y del caminar de Jesús sobre las aguas, pero poca gente sabe que hoy en día se conserva aquí una barca del siglo I que, según la tradición, pudo haber
utilizado el propio Jesucristo.

La conocida como la "barca de Jesús" -que data del siglo I y fue

descubierta a orillas del Mar de Galilea- atrae a diario a numerosos peregrinos al israelí Kibutz Ginosar, cuyos habitantes fueron responsables del insigne hallazgo. "No podemos saber si Jesús empleó esta barca o no, pero
probablemente la vio, pues éste es un lago pequeño y no había muchos barcos en aquella época", explicó
Marina Banai, portavoz del museo que alberga la embarcación.

Su descubrimiento -en 1986 por dos hijos de un pescador de la costa noroeste del también llamado en la Biblia lago Genesaret o de Tiberíades- supuso toda una hazaña y razón de orgullo para esa granja comunal israelí. "El mar retrocedió de forma extraordinaria, sabíamos que íbamos a encontrar barcazas antiguas, pero nunca imaginamos que encontraríamos algo tan hermoso", narró uno de los hermanos Luftan, que la descubrieron.

Doce tipos de madera

Tras una fuerte sequía en ese año, que provocó el descenso de las aguas del lago, los hermanos rastrearon su fondo en busca de vestigios antiguos como otros lugareños, cuando encontraron varios clavos sujetos a unos trozos de madera. Eran parte de la nave, que logró sobrevivir al paso del tiempo gracias a que quedó sepultada y protegida por el barro, lo que impidió que el oxígeno descompusiera la madera del armazón.

"Es un auténtico milagro, porque las embarcaciones de madera no sobreviven en agua dulce tantos siglos, es

la barca más antigua hallada en estas circunstancias", explicó Banai. La embarcación fue extraída por expertos y voluntarios de la Dirección de Antigüedades de Israel tras una extraordinaria excavación arqueológica que duró once días y requirió titánicos esfuerzos y no poca creatividad.

De 8,2 metros de largo por 2,3 metros de ancho y 1,2 metros de altura, se exhibe hoy en día a una temperatura de 21 grados centígrados y un 60 por ciento de humedad ambiente y gracias a un armazón de acero que apuntala sus endebles vigas. Está compuesta por doce tipos de madera y junto a ella se encontraron utensilios de cocina y lámparas de aceite.

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