"Debemos acabar con la criminalización de la actividad juvenil ofreciéndoles espacios que n o sean de consumo ni de pago". Con esta frase justificaba ayer Elsa Blasco, regidora de Dones i Joventut del Ajuntament de Barcelona, la inversión municipal que pretende duplicar los espacios juveniles hasta el año 2015.

Sólo hasta el 2011 la inversión prevista para el Plan de Equipamientos Juveniles ascenderá a 13,9 millones de euros. La ciudad pasará de 5 a 12 puntos de Información Juvenil, «que no se limitarán al corcho con la chincheta», bromeaba Blasco, «sino que ofrecerá alternativas a las demandas juveniles». En lo que se refiere a Casals de Joves, Barcelona pasará de siete casales y dos espacios para jóvenes de 12 a 16 años a 17 centros que incorporarán la dinamización de la población adolescente.

En Espais Joves, centros con programación permanente destinada a la juventud, se pasará de tres a 11, aunque dos de los existentes ampliarán sus instalaciones (Eixample y Sant Andreu). En total, habrá 27 centros nuevos y uno remodelado. El plan empieza este año en Sarrià, Gràcia y Sant Andreu. Se contempla que cada barrio cuente con un casal que dé servicio a unos 10.000 jóvenes. A nivel de cada distrito se prevé un Espai Jove para cada 25.000 jóvenes.

En Barcelona, los adolescentes y jóvenes, de entre 12 y 29 años son 323.308, por lo que la oferta juvenil, según la regidora, se ampliará con «espacios de creación dentro de los centros juveniles», incidiendo en el diálogo entre equipamientos. Así, no será de extrañar que un Casal de Ancianos y uno de jóvenes promuevan una puesta en común de opiniones y actividades conjuntas.