Convertir las Atarazanas en un museo vivo. Ese es el objetivo.

Y para ello, nada mejor que compartir ideas con otros Astilleros Históricos de Europa: Nápoles, Venecia, Malta, Grecia. Croacia...

¿Qué buscan con este encuentro en Sevilla?

Pretendemos articular, dentro del marco legislativo de Europa, una asociación formada por astilleros históricos que nos permita crear una red de museos para fomentar el turismo cultural.

Ya han firmado un acuerdo.

Sí, el conocido como Manifiesto de Sevilla.

Y eso que supone.

La firma nos permitirá acceder a una subvención europea de 80 millones de euros para hacer un gran museo.

Eso quiere decir que habrá museo en las Atarazanas. Seguro, el proceso resulta ya irreversible. Todas las grandes Atarazanas de Europa ya son museo, Sevilla será la última en incorporarse.

¿Cómo marcha el proceso? Ya está todo acordado con la Consejería de Cultura para que se inicien las obras de reafirmado de los arcos para evitar posibles problemas de derrumbe.

¿Cuál es el objetivo? Vamos a convocar un concurso internacional de ideas para el museo. Luego decidiremos su uso. No podemos dejar sin valor un lugar con 800 años de historia.

¿Cómo será el museo? Queremos que no sea un museo estático sino con vida propia. Acogerá la historia de Sevilla y el Guadalquivir, pero también de Andalucía. Y habrá exposiciones itinerantes, congresos.

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