El hombre, llamado Wang Chuanbang, quedó atrapado en una mina de manganeso en Hongguang, distrito de Qingchuan, y cuando ayer llegaron los equipos de rescate pudieron oír su débil voz de entre los escombros. Wang, que padece graves heridas, deshidratación e insuficiencia renal, quedó enterrado junto con otras seis personas, que perecieron y cuyos cadáveres fueron extraídos ayer.

En el distrito de Beichuan, uno de los más devastados por el trágico terremoto, Li Mingcui, de 61 años, consiguió sobrevivir tras quedar atrapada en su colapsado dormitorio. Según los doctores, Li se encontraba consciente cuando la encontraron, sólo padece algunas fracturas y sus órganos vitales están intactos. Su hijo, Zhao Jun, cree que su madre sobrevivió al tener acceso a agua durante su entierro.

Esperan más réplicas

El buró de sismología de Sichuan anunció hoy que se espera una réplica de una intensidad de entre seis y siete grados de magnitud en la escala abierta de Richter en el distrito de Wenchuan, epicentro del seísmo del 12 de mayo, ha provocado el pánico entre los supervivientes en el suroeste de China en las últimas horas.

El terremoto del 12 de mayo ha sido el más devastador en China en las últimas tres décadas, con una magnitud de 8 grados y más de 34.000 muertos y 200.000 heridos, según datos oficiales, aunque se teme que la cifra total de víctimas mortales sea superior debido al elevado número de sepultados y desaparecidos.