La lluvia no pudo con el "paseo triunfal" del autobús del Numancia, que recorrió ayer por la tarde las calles más céntricas de la ciudad arropado por miles de aficionados.

El autobús de dos pisos, sin techo, llegó a la Plaza Mayor de Soria, con el flamante equipo de Primera división y se dirigió al Ayuntamiento, donde toda la comitiva fue recibida por la corporación municipal.

El alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, mostró su alegría por la gesta conseguida por el equipo de la Ciudad y dijo que "ahora nos toca disfrutar en Primera".

Martínez Mínguez aseguró que durante el partido "pasé muchos nervios", en especial en los últimos tres minutos, por la posibilidad de que el Alavés consiguiera marcar.

La lluvia deslució en parte el trayecto con el autobús del Numancia, que salió con cierto retraso desde el estadio de Los Pajaritos, pero no impidió que los jugadores y miembros del club lo festejaran por todo lo alto junto a su fiel afición.

El nuevo equipo de Primera división fue recibido en la Plaza Mayor de Soria por más de cinco mil seguidores, que esperaron pacientemente bajo la lluvia y que llenaron el corazón de Soria hasta el límite.

Con más de una hora de retraso sobre lo previsto, toda la comitiva se dirigió hacia el interior de la casa consistorial, en compañía de autoridades locales y provinciales, para subir posteriormente al balcón principal del Ayuntamiento de Soria. Julio Alvarez, con una peluca roja, y Manuel Pavón, fueron los primeros en

Luego, fue Mario Martínez, único jugador de la cantera en el once titular del Numancia, que recogió el testigo de sus compañeros, arropado por la banda de música.

A petición de jugadores y público, Gonzalo Arconada, que había permanecido en segundo plano, salió al balcón para dar las gracias a jugadores, club y afición y gritó "qué grandes sois".

El presidente, Francisco Rubio, fue uno de los últimos en intervenir y, con micrófono en mano, dedicó el triunfo a los aficionados y a Soria".

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