El sector del vino podría convertirse en el más perjudicado por la imposición de aranceles desde Estados Unidos. A parte de la importancia que supone el mercado estadounidense, siendo el tercer destino más importante para los vinos nacionales por detrás de Francia y Alemania, las limitaciones derivadas de la denominación de origen impiden sortear la carga fiscal que supone un 25% de coste adicional.
Este lunes 14 de octubre se producirá una reunión entre autoridades comerciales para intentar acordar una solución mientras algunas empresas comienzan a actuar. Según fuentes de la industria, algunas empresas están pendientes de sus envíos marítimos porque, si no llegan a puerto antes del 18 de octubre, sufrirán la subida impositiva. También se espera un incremento en las exportaciones de vino durante este mes debido a la decisión de algunas empresas de mandar el producto antes de que la medida entre en vigor.
El director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael del Rey, subrayó la especial incidencia de los aranceles en España, ya que serán "las botellas más económicas" las que previsiblemente más caerán en ventas de aplicar la subida de precio. Según del Rey, "los vinos españoles partirán con desventaja frente a la competencia de italianos, portugueses, chilenos o argentinos" debido a que la mayoría del vino español se exporta a un precio inferior a la media.
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