Este hecho está relacionado con la muerte en abril del 2016 de Celso B. A., un compañero y amigo policía, efectuada mediante una de las pistolas sutraídas e investigada de forma paralela por el Juzgado de Instrucción 3, que mantiene imputados a los dos hermanos.
Ambos ya declararon durante el pasado mes de julio ante la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional, pero ahora la Justicia toma parte en el asunto concreto del robo armamentístico tras reabrir el caso.
La UAI eximió en su investigación a los gemelos de un posible homicidio y determinó que Celso B. A. se había suicidado supuestamente tras haber robado seis pistolas y revólveres de un búnker y haber enviado una serie de anónimos a Asuntos Internos y a los medios de comunicación.
Una hipótesis en la que discrepa la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Judicial de Ourense, quien culpa a los tres implicados en la sustracción y en los escritos sin autoría con los que se destapó esta trama a la vez que señala concretamente a los gemelos como los autores del asesinato para evitar que fuesen destapados por su amigo.
La acusación particular, ejercida por la familia del fallecido, solicita la prisión, al igual que Fiscalía. La defensa de los inspectores prefiere no pronunciarse al respecto. Presumiblemente, los hermanos serán citados para finales de este mes en el Juzgado de Instrucción número de 1 de Ourense.
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