200 comercios vacíos pasan a ser viviendas cada año en Barcelona

  • El 16,7%  de los 78.003 locales de la ciudad tienen la persiana bajada y ningún uso reconocido.
  • Gràcia y Horta son los dos distritos que concentran más establecimientos sin una actividad.
  • El Ajuntament  estudia incentivar que los negocios en entresuelos puedan bajar a la calle.
Una mujer pasea ante una tienda cerrada.
Una mujer pasea ante una tienda cerrada.
MONCHO FUENTES
Una mujer pasea ante una tienda cerrada.

Ver persianas bajadas en los locales de los bajos de numerosos edificios es la estampa diaria en muchos barrios de Barcelona. Los cambios en los hábitos de compra tras la irrupción de la venta online y el elevado precio del alquiler de los establecimientos ha obligado a echar el cierre a multitud de comercios alejados del centro.

Estos ejes que antes simbolizaban el comercio de proximidad se van despojando de su  actividad y dando paso a otros usos en el mejor de los casos, pues supone no quedar inutilizado o ser okupado. Uno de ellos es la conversión de tiendas en viviendas y va al alza empujado por la subida de los precios de la vivienda tanto de compra como de alquiler.

Esta tendencia no es ajena al Ajuntament de Barcelona, que ha detectado que entre 150 y 200 locales comerciales se transforman en pisos en la ciudad anualmente, sobre todo de 2017 a esta parte.

Lo afirma la regidora Janet Sanz, quien reconoce que «habrá que hacer cambios normativos» para que con este nuevo uso residencial  de los bajos «no haya menos vida en las calles que la que dan las tiendas». La modificación normativa es una demanda de los promotores catalanes, que piden que en los nuevos planes urbanísticos de los ejes comerciales secundarios se permita «un doble uso» de los locales como tienda y como vivienda en función de su mejor salida en el mercado.

13.000 locales en desuso

En el último inventario de locales en planta baja de Barcelona, de 2016 pero revisado en 2018, se constataba que de los 78.033 comercios del conjunto de la ciudad el 77,2% están en activo (60.265). Del total, un 6,1% están vacíos y en alquiler, venta o traspaso (4.745) y un 16,7% (13.023) no cuentan con una actividad reconocida, es decir, tienen la persiana bajada, no muestran un uso aparente y no lucen ningún cartel que indique su venta, alquiler o traspaso.

En este conjunto de locales sin información, 3.106  son fincas en las que constan personas empadronadas en la planta baja, por lo que son viviendas que quedan fuera del parque de establecimientos comerciales de Barcelona.

Por su parte, los dos distritos que concentran más locales sin información son los de Horta-Guinardó, con un 23,6%, y Gràcia, con un 22,6% sobre el total de 13.023.  Estos aglutinan parte de los 23 ejes comerciales con los que cuenta la capital catalana.

Los servicios  y la estética suplen al pequeño negocio

Las nuevas aperturas en planta baja las lideran en los últimos años los restaurantes, que ya son 10.000 en la capital catalana, frente a los 8.000 comercios de alimentación. Estos dos sectores más el de los negocios de equipamiento personal  suman el 40% de todos los establecimientos comerciales. Los servicios se están abriendo paso entre los negocios que se inauguran, desde clínicas dentales a oftalmológicas o estéticas.

En el último informe de locales comerciales en Barcelona realizado por la inmobiliaria Forcadell, se explica que estos servicios buscan «ganar mayor accesibilidad y visibilidad» y que por ello buscan ubicarse en locales exteriores y en localizaciones con gran densidad de población.

Y se añade al fenómeno el sector de los gimnasios, que está en pleno auge, sobre todo en la franja de bajo coste, y que demandan locales «con superficies superiores a los 1.000 metros cuadrados en ubicaciones residenciales».

El perfil inversor en este segmento de gimnasios es el de empresarios dispuestos a desembolsar «entre medio millón y un millón y medio de euros por un local a pie de calle» del que pueda sacar una rentabilidad de entre el 4 y el 6% anual.

Bajar el local de la primera planta a la calle

Otro fenómeno que va aparejado es el de la bajada a la calle de servicios que tradicionalmente se instalaban en entresuelos o primeras plantas, como dentistas, peluquerías, academias de idiomas o compañías aseguradoras.

En este sentido, la regidora de Comerç, Montserrat Ballarín, apuesta por «incentivar» que estas actividades bajen a la calle, y confirma que se está estudiando desde el Consistorio cómo facilitarlo.

Prueba piloto en Ciutat Vella

En marzo, Barcelona arrancó el programa Local a Local en el distrito de Ciutat Vella, consistente en transformar 9 locales vacíos de titularidad municipal en bajos de protección oficial en los que establecerse negocios de proximidad a precios por debajo del mercado.

"Pedimos un doble uso de los locales en planta baja"

Marc Torrent, director general de la Associació de Promotors i Constructors d'Edificis de Catalunya (ACPE)

¿Por qué hay cada vez más locales en desuso en buenas zonas de la ciudad?

Es el propio comercio el que está evolucionando. Cada vez hay menos locales comerciales. Los datos lo dicen.

¿Qué piden a la administración municipal para darles salida?

Que en los nuevos edificios se permita un doble uso en planta baja y que el promotor pueda escoger entre el comercial o el residencial según la ubicación. Estos pisos tienen una ventaja en su accesibilidad para ciertos colectivos. En las reuniones periódicas que mantenemos con el Ajuntament se muestran receptivos y lo están valorando.

¿Qué sucede con los locales vacíos sin cédula de habitabilidad?

Muchos se convierten en trasteros. Otros no pueden ser pisos porque se supera la densidad máxima de viviendas en la zona. Pedimos que se sea más flexible con estos parámetros.

¿Y dónde debería quedar el comercio?

Sería positivo que se concentrase en determinados ejes comerciales que les den más atractivo. Los locales en ubicaciones en tercera y cuarta línea tienen poca salida comercial.

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