Una de las características más destacadas de la actuación del presidente estadounidense Donald Trump es su activo uso de la red social Twitter, en la que frecuentemente realiza publicaciones hiperbólicas que la propia Casa Blanca "declaraciones oficiales", y que son generadores habituales de controversia entre los usuarios.

En esta línea, este jueves Trump publicaba un tweet en el que amenazaba con "destruir y obliterar totalmente la economía turca", algo que asegura "haber hecho antes", si, "en su gran e inigualada sabiduría", considera que "se pasan de la raya", por lo que lanzaba una advertencia en la que incluía a "Europa y otros": "Deben estar vigilantes...".

En un tweet posterior completaba esa frase: "... sobre los combatientes capturados del ISIS y sus familias. Estados Unidos ha hecho más de lo que nadie habría esperado, incluyendo la captura del 100% de su Califato. Es el momento de que otros en la región, algunos de gran riqueza, protejan su propio territorio".

Finalmente, el mandatario finalizaba el hilo con la exclamación "¡Los Estados Unidos son grandes!".

Estos tweets probablemente referenciaban un hilo publicado horas antes el mismo día, en el que afirmaba que Europa pidió a Estados Unidos, "pensando que siempre es el mamón, en la OTAN, en el comercio, en todo" que alojase a los miembros del ISIS en sus cárceles, algo que Trump se niega a hacer, y en el que defiende que "los kurdos combatieron junto a nosotros, pero se les pagaron cantidades masivas de dinero y armamento", antes de defender la retirada de Estados Unidos de las "guerras sin fin".

"Turquía, Europa, Siria, Irak, Irán, Rusia y los kurdos tendrán que resolver la situación, y que quieren hacer con los combatientes del ISIS capturados en su vecindario. Todos odian al ISIS, han sido sus enemigos desde hace años. ¡Estamos a 7.000 kilómetros y volveremos a machacar al ISIS otra vez si se acercan a nosotros!", concluyó.

Estos tweets llegan en un momento en el que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado la retirada de las tropas estadounidenses en el noroeste de Siria y anunciaba un ataque contra las milicias kurdas, que han sido una pieza clave en la lucha contra ISIS pero que Turquía considera ligadas al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerado terrorista en la nación de Asia Menor.

Al respecto, las milicias advierten de que cualquier ataque de Ankara busca "desplazar al pueblo kurdo" y convertir el área de seguridad pactada con Washington, hasta ahora ocupada por los kurdos, en un área de guerra permanente, así como que podría suponer el regreso de los jerarcas del ISIS, que "se esconden en el desierto y en el 'Escudo del Eúfrates'.