Los alumnos de veterinaria ven con otros ojos las clases desde que comenzó este curso. Las lecciones ya no tratan de enseñarles cuestiones teóricas sino que han pasado directamente a la práctica.

Más de un centenar de alumnos acuden a diario a visitar a las 26 cerdas, 60 cabras, 60 ovejas, 4 yeguas, 5 burras, las 50 colmenas de abejas y a la vaca.

Desde el centro de investigación animal están muy contentos, puesto que gracias a que los alumnos pueden estar en contacto con los animales se desarrolla una labor docente y de investigación.

Los alumnos, contentos Los futuros veterinarios están muy motivados porque para ellos ha supuesto un cambio, a pesar de que han tenido que adecuar sus clases a las exigencias de los animales, que no entienden de horarios, para que a los inquilinos de Rabanales no les falte ni agua, ni comida.

Desde la dirección del proyecto destacan que ha habido un gran cambio de aptitud y que el proyecto, pionero en Andalucía se ha transformado en un centro de aprendizaje real para los universitarios.

Así, la Universidad pretende cerrar el ciclo productivo, desde criar nuevos ejemplares hasta conocer los entresijos de la alimentación de los cerdos destinados al consumo. El resto de crías son donadas a los ganaderos para mejorar la especie.

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