Las bicicletas y los patinetes eléctricos forman ya parte del paisaje cotidiano de las grandes ciudades de España. Estos aparatos, en muchos casos propiedad de marcas filiales de grandes empresas como Uber o Cabify, han revolucionado la movilidad urbana, pero también han generado una problemática en las convivencia con los peatones.

En 2016, la Dirección General de Tráfico, emitió una instrucción en la que proponía a los Ayuntamientos establecer "las prohibiciones y limitaciones que considere necesarias".

Desde entonces, los consistorios de las ciudades en las que fueron aterrizando cientos de estos vehículos en espacio de unos meses fueron legislando a marchas forzadas.

Aunque cada normativa tiene sus propias características, casi todas coinciden en la prohibición de que los patinetes circulen por las aceras, una limitación a la que ya estaban sometidas anteriormente las bicicletas.

El director general de la DGT, Pere Navarro, ha declarado este lunes su voluntad de que tanto patinetes como bicicletas tampoco puedan ser aparcados en las aceras, aunque desde el organismo responsable de la ejecución de la política vial aclaran que se trata de una declaración de intenciones con vistas al futuro, más que una realidad a corto plazo.

"Las aceras son para los peatones, para los que van en sillas de ruedas y para los padres que llevan sillitas y el objetivo al final es que no van a circular por ellas" vehículos como los patinetes, ha declarado Navarro en un acto de la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas (ASPAYM).

"La normativa que tenemos nosotros preparada ya la prohíbe, pero tampoco van a estacionar en las aceras", ha añadido el director general de la DGT, que ha explicado que se deberán suprimir plazas de aparcamiento para automóviles para que se coloquen los patinetes, las bicicletas y las motocicletas.

Mucho más cercana podría estar la nueva normativa de la DGT al respecto de la circulación de estos vehículos por las ciudades, cuya aprobación estaría pendiente de la formación de un nuevo gobierno tras las elecciones del 10 de noviembre.

Esta normativa buscaría, a petición de los ayuntamientos de las grandes ciudades, establecer una regulación mínima que sería desarrollada por los consistorios en función de sus propios contextos urbanos, según fuentes de la DGT.

Esta regulación mínima incluiría la prohibición de que los patinetes eléctricos alcancen más de 25 km/h y que circulen por la acera, medidas que ya han sido implementadas por la mayoría de los ayuntamientos de las grandes ciudades de España.