Vox eleva su tono en Vistalegre de cara al 10-N: "Queremos el poder para defender a España de sus enemigos"

  • "La historia del PSOE es una historia criminal", dijo Abascal, que se opone frontalmente a la exhumación de Franco.
  • El partido se erige como "la única solución frente al independentismo".
  • Ortega Smith llama "traidores" a Sánchez y Rajoy por su gestión en Cataluña.
  • Monasterio aleja a los suyos de PP y Cs y plantea que Vox tiene "derecho a disentir".
Vista de Vistalegre durante el acto de Vox.
Vista de Vistalegre durante el acto de Vox.
Vox
Vista de Vistalegre durante el acto de Vox.

Un año ha pasado desde el primer gran acto de Vox en Vistalegre antes de las elecciones andaluzas. Este domingo, con 24 escaños en el Congreso y a punto de afrontar una nueva partida en las elecciones del 10 de noviembre, el partido ultra liderado por Santiago Abascal ha vuelto al inicio del camino. Mismo lugar, distinto objetivo: si hace 365 días la meta era asomar la cabeza, Vox busca en unos nuevos comicios generales consolidarse como fuerza parlamentaria.

Tomó la palabra en último lugar, justo antes de que sonara el himno de España, pero Abascal fue el que más aplausos recibió por parte de los asistentes al mitin (un total de 13.500 según la propia seguridad del recinto, frente a los más de 9.000 del año pasado), que fue conducido por el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros. "Vamos a hablar mucho de agradecimientos y de recordatorios", sostuvo, antes de dar la palabra a su líder. El presidente de Vox explicó, desde un psicodélico escenario en el centro del recinto (en una fórmula cada vez más utilizada en política), que los suyos son "determinantes" en el mapa político de España.

"Nos han dicho que no se puede creer en España, en nuestra unidad", aseveró un Espinosa que hizo a las veces de presentador, con un tono por momentos irónico. Volvieron a reivindicarse los ejes del discurso de Vox: inmigración, defensa territorial y de las fuerzas armadas, fronteras fuertes, etc. Y el evento, que se puso en marcha con cierto retraso sobre la hora marcada, sirvió al partido para tratar de reanimar ese mensaje de cara al 10-N.

Santiago Abascal pide defender "a los muertos, de cualquier bando, a los niños, a las mujeres, a los ancianos...". Todos esos "son los que tienen que estar en el carro del que todos tiremos" y de ese carro, siguió, hay que bajar "a los vagos y a los maleantes". De nuevo, se opuso a lo que calificó como el "supremacismo feminista" y pidió "amar a la patria porque es un sentimiento natural del alma humana" al mismo tiempo que llama a proteger "a la familia". Terminó Abascal diciendo que no quiere entrar en "debates falsarios" porque eso es "para progres".

Por otra parte, quitó hierro al cambio climático. "Yo no sé si hay una emergencia climática, pero creo que es una trampa del machismo cultural", sostuvo, antes de añadir que antes que la lucha contra el cambio climático, hay que luchar contra "la emergencia social y nacional" que a su parecer hay en España. "Esto no lo va a resolver el PSOE, ni un pacto con el PP", aunque "a Sánchez le vale todo". "En Vox no pactaremos con el partido de historia criminal que es el PSOE", concluyó, al mismo tiempo, atacó al PP: "Que se retiren ellos, que no sirven para nada". Dijo, además, que Casado se deja barba para "parecerse de nuevo a Rajoy".

"La historia del PSOE es una historia criminal"

"Hemos vuelto a Vistalegre para dar las gracias a los que fuísteis los adelantados de la España Viva, para celebrar nuestro éxito, ese que incluso nos han querido quitar los medios y los partidos, y porque España merece nuestra ambición. Hemos venido a representar a una mayoría patriótica". Con un tono alto, Abascal pide "no conformarse". Fue la suya la parte del discurso más épica: "Tenemos el deber de convencer a mucha más gente, pero no queremos el poder por el poder, no como ese presidente sin escrúpulos (en referencia a Sánchez)". Vox quiere el poder, dijo su líder, para defender a España "de sus enemigos".

Habló de la exhumación de Franco, al que evitó referirse como dictador. "Quieren desenterrar a un muerto contra la libertad de su familia", aseguró. Él, que se posicionó en contra de la ley de memoria histórica, cree que el objetivo de la izquierda "es reescribir la historia y derrocar a Felipe VI". La apuesta de Vox es la "reconciliación", y al mismo tiempo explicó Abascal que el objetivo del PSOE es "tapar sus vergüenzas", y recalcó que "en Vox no hay asesinos, no hay maltratadores, secuestradores, corruptos y maltratadores de mujeres". "La historia del PSOE es una historia criminal", sentenció el presidente de Vox.

Monasterio: "Frente al consenso pro Sánchez, España siempre"

En el acto, tomó la palabra también la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio. Fue presentada como una política "con guante de seda y puño de hierro", pero lo cierto es que la polémica dirigente se situó delante del micrófono con intensidad. El objetivo, para Monasterio, es "hacer historia" en las elecciones, como, dijo, hicieron "el año pasado" en la primera parte de esta cita. "Sorprendimos al establishment político, fuimos una bofetada de realidad, porque los españoles se habían puesto en pie", expresó.

Para Monasterio, Vox sirvió y sirve para "devolver a muchos españoles la voz que les habían arrebatado". En sus palabras, la formación es una "alternativa" a un proyecto "totalitario que quieren imponer la mayoría de los partidos". Hizo referencia a las acusaciones que recibe "cada miembro y votante" del partido de extrema derecha. En ese balance, Monasterio reivindicó la resistencia de su partido frente a quienes afean sus propuestas, las cuales elevó de nuevo sobre el centro de Vistalegre. "Nos llaman racistas, xenófobos, machistas, pero hay cosas de las que solo habla Vox", sentenció.

"Nos critican por querer dejar a nuestros hijos una España mejor, y por decirlo sin mentir". Con esa frase, Monasterio se alejó de las "etiquetas", porque para ella, tienen "derecho a disentir de la agenda de los partidos", ante la que están "todos arrodillados" y que pone al país "en el último lugar". Hay una parte de España, según la dirigente, que ha sido "despreciada" y que tiene "voz". Asimismo, tuvo un mensaje para Ciudadanos por su lema porque "no sabemos si España en marcha, pero a la izquierda o la derecha". Además, llamó a Más País "neocomunistas de salón" y avisó de que esa propuesta "solo trae más miseria".

En tono rotundo de campaña electoral, Rocío Monasterio resaltó el lema de Vox: "Frente al consenso pro Sánchez, nosotros decimos España siempre". Al final de su intervención, esgrimió que el papel de Vox es dar voz a todos los españoles "que no se avergüenzan" de serlo. Uno de los ejes del discurso es "el sentido común", dijo una Monasterio muy aplaudida por momentos, que defendió muchas líneas muy polémicas, como por ejemplo el hecho de que "no se profanen tumbas", en referencia a la exhumación de Franco. "Ni un paso atrás ante la dictadura progre", acabó diciendo.

Ortega llama "traidores" a Rajoy y a Sánchez por Cataluña

Y no faltó tampoco otro de las figuras más relevantes de Vox. El líder en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, se subió al escenario y centró su parte del discurso en "la historia". Habló de la "memoria de los traidores". En este sentido habló de lo ocurrido en el pasado, llegando a llamar "asesino" a Lluis Companys. Ortega ve a España "amenazada desde hace décadas tanto en el exterior como en el exterior", y mencionó lo que para Vox es una "avalancha de inmigrantes ilegales". Así, se refirió a las "mafias" y las redes "de tráfico de personas".

"Esas mafias tienen el apoyo de los gobiernos traidores que les facilitan la entrada, con los partidos acobardados", dijo el secretario general de Vox, que efectuó la parte más beligerante de la mañana en Vistalegre. Igual que hizo en otras campañas electorales, el partido incidió en el "efecto llamada", por lo que volvió a defender las devoluciones en caliente. "Todo aquel que cruce ilegalmente será devuelto a sus países de origen", desarrolló Ortega Smith, que también criticó e insultó duramente a las ONG. "Todo aquel que salta sabe que tarde o temprano va a recibir una ayuda que no hay para los españoles más necesitados", dijo, en una afirmación repetida también hasta la saciedad por la formación.

En otro giro, Ortega también defendió que la manera de acabar con la crisis demográfica es hacerlo a través "del vientre de las mujeres", en lugar de conseguirlo con la llegada de migrantes. "Esa debe ser la invasión demográfica", sentenció para referirse a la apuesta de Vox por incrementar la natalidad.

Ortega, por otro lado, llamó "traidor" a Rajoy primero, y a Sánchez le ve como "el mayor traidor de España", por su "dejación de funciones" en el desafío independentista. Acusó al resto de partidos de "no proteger los símbolos de España", y por eso se ha llegado, expresó, a la situación actual con la "kale borroka de los CDR separatistas". Para él, todo eso fue lo que desembocó en la celebración del referéndum ilegal del 1-O, en connivencia con "el xenófobo de Quim Torra y el cobarde fugado de Puigdemont". Ante eso, Vox se erige como "la única solución".

Abascal, Ortega, Espinosa, Monasterio, Garriga, Olona...Vox reunió en Vistalegre al núcleo duro de su partido. Así empezó la precampaña, con un acto multitudinario, de rearme de cara al 10-N. Tienen claras las líneas de su discurso, pero eso no les hace estar exentos de polémica. Dicen que no les importa: ya miran a las elecciones.

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