El Gobierno prepara el terreno para anunciar en precampaña un menor crecimiento de la economía

  • El 15 de octubre tiene que comunicar a Bruselas si mantiene el crecimiento del 2,2% del PIB o lo rebaja.
  • Sánchez no lo descarta: "Si hay que revisar, se hará", apunta su ministra de Economía.
  • El Ejecutivo justifica tal posibilidad por el Brexit sin acuerdo o las sanciones comerciales de EEUU.
Pedro Sánchez y Nadia Calviño.
Pedro Sánchez y Nadia Calviño.
EFE
Pedro Sánchez y Nadia Calviño.

En pleno "enfriamiento" de la economía, es posible que el Gobierno tenga que dar malas noticias en plena precampaña para el 10-N y ya está preparando el terreno. El 15 de octubre expira el plazo para enviar a Bruselas el plan presupuestario, con un cuadro de previsiones macroeconómicas en el que cada vez parece más posible que tenga que revisar a la baja el crecimiento del PIB previsto para este año y el que viene. Ni el presidente en funciones, Pedro Sánchez, ni su ministra de Economía, Nadia Calviño, descartan esta posibilidad. Es más, en los últimos días se han lanzado a convertirla en una decisión que no dudarán en tomar si es necesario, así como a justificar sus posibles causas y poner la venda antes de la herida al asegurar su compromiso para que nuevos baches económicos no afecten más a los más desfavorecidos.

"Por supuesto que si hay que revisar se hará porque el compromiso del Gobierno ha sido siempre de enorme prudencia, conocimiento preciso de la realidad de nuestro país y comunicaremos públicamente cuál es nuestra decisión", aseguró este viernes Calviño tras el Consejo de Ministros, parafraseando a Sánchez, que en una entrevista a El Confidencial afirmó que "si tenemos que rebajar las previsiones de crecimiento, se rebajarán".

El Gobierno habla de "contexto complejo" y de un crecimiento de PIB que, aunque sostenido, "se ha ido moderando". La incógnita es saber si esto conducirá a comunicar a Bruselas que será menor del 2,2% que pronosticó a principios de año, justo en una precampaña en la que esta semana el PP ya ha aludido a las eventuales malas cifras económicas del Gobierno. Los populares han exigido que el debate electoral se retrase del 4 al 5 de noviembre, para que pueda celebrarse con los últimos datos de paro, algo sobre lo que este viernes Calviño, una ministra que rara vez entra en la contienda partidista, no evitó pronunciarse. "No debería expresar lo que opino de un posible uso electoral de los datos de desempleo", dijo y advirtió de que "todos sabemos que el mercado laboral es estacional y espero que los datos sean lo más positivos posibles, todos deberíamos estar interesados".

Datos optimistas

En su defensa de la gestión económica del Gobierno, Calviño enumeró indicadores como la inflación, la reducción de déficit y deuda públicos, una "posición más sólida" del mercado financiero, de las finanzas de familias y empresas o un mercado laboral que, dijo, "sigue siendo dinámico". Además, dejó claro que cumple la obligación de todo ministro de Economía de conocer de "primera mano" las tendencias económicas mundiales, se refirió a las reuniones que mantendrá la semana que viene en el FMI y el Banco Mundial en Washington o los análisis que hará con sus colegas europeos en el próximo Ecofín.

Sin embargo, lo cierto es que, lejos de confirmar que mantendrá su previsión de crecimiento del 2,2% del PIB para 2019 en el documento a la Comisión Europea a mitad de mes, el Gobierno parece más bien abrir la puerta a una revisión a la baja. Según dijo Calviño, para elaborarlo tendrá en cuenta dos factores que adelantarían ya una reducción. Por un lado, el ajuste contable que hizo el INE hace unos meses y también los datos sobre la marcha de la economía en España y sobre todo en el exterior, que esta semana ha servido de principal justificación para las curvas que podrían avecinarse.

Sanciones y Brexit

Además, Calviño puso en cuestión las previsiones al alza que diversos organismos sobre la marcha de la economía española. Uno de ellos fue el Banco de España, que, aunque ralentizó el crecimiento en 2020 y 2021, la semana pasada estimó un crecimiento del PIB para este año del 2,4%, dos décimas por encima del pronóstico del Gobierno. Según explicó, cuando el Gobierno hizo sus previsiones a principios de año, "ya sabíamos que en otoño iba a haber momentos de gran tensión e incertidumbre por el Brexit y por eso no nos sumamos a la euforia de muchos analistas", que ahora también se verían puestas en cuestión por las tensiones comerciales con Estados Unidos.

En un mitin en Cáceres justo el día en que se conoció la lista provisional de las sanciones de Estados Unidos, también a productos españoles, Sánchez habló de un "enfriamiento", distinto a una "crisis económica que esperamos que no haya" y del que acusó a Donadl Trump. "Esto depende de personas que no duermen, que están de madrugada con el tuit y dicen las cosas que dice y al día siguiente nos levantamos con las consecuencias".

Además de unas sanciones que, si se aplican provocarán pérdidas de unos 1.000 millones de euros en España, en la posibilidad de que el Gobierno tenga que anunciar que la economía crecerá este año menos del 2,2% previsto en un principio pesa también "la enorme incertidumbre" que plantea un Brexit sin acuerdo o el hecho de que la economía española está "muy abierta" al exterior, de manera que "no podrá aislarse" si el enfriamiento de otras economías se alarga o se profundiza, explicaba este viernes Calviño, que, no obstante, aseguró que la economía española "tiene fundamentos más fuertes para hacer frente a los episodios de la escena internacional".

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