"Cuando nos enteramos de lo de la gota fría, decidimos enviar, a las provincias que se han visto más afectadas, lo que nos quedaba de dos donaciones de mobiliario que nos habían hecho dos hoteles de Marbella", explica Miguel Taillefer, un voluntario de la Cáritas de la Diócesis de Málaga.

Señala también que este gesto ha sido posible "gracias a la generosidad de los hoteles; a nuestro arcipreste y director de la Cáritas parroquial, José López, que nos puso en contacto con las distintas Diócesis; y, por supuesto, a la colaboración de la empresa Faccsa, que nos ha cedido los tráileres, sin los que no hubiese sido posible transportar los muebles tan lejos".

El contenido del camión -consistente en varios sofás, aparadores, sillas, camas, vajillas y demás mobiliario de primera necesidad- se repartirá entre los afectados, a través de Cáritas Diocesana y de su empresa de inserción en coordinación con las Cáritas parroquiales.

"Estamos muy agradecidos de recibir todas estas donaciones", explica Antonio Ruiz, responsable de la línea textil de la empresa de inserción de Cáritas, que se ha encargado de coordinar esta donación.

A pesar de haber recibido esta gran contribución, desde Cáritas aseguran que se sigue necesitando "somieres, colchones, sofás y material escolar, que es lo que más se está demandando", apunta Ruiz.