Los manteros de Barcelona se ofrecerán como trabajadores en la zona de la Barceloneta de donde les desalojaron

Manteros en la Barceloneta, en una imagen de archivo.
Manteros en la Barceloneta, en una imagen de archivo.
C. M.
Manteros en la Barceloneta, en una imagen de archivo.

El Sindicato de Manteros de Barcelona ha anunciado este viernes que cada semana se instalarán en el paseo Joan de Borbó de la Barceloneta, de donde les desalojaron, para ofrecer sus servicios como trabajadores de los varios oficios que conocen. De este modo, quieren salir de la situación que les impide tener ingresos desde que hace dos meses un importante operativo policial les impide vender sus productos a la calle.

Han recordado que en su país de origen, buena parte de ellos son del Senegal, eran médicos, electricistas, paletas, carpinteros o abogados, y sobre todo, pescadores. "Ninguno de nosotros vino para ser mantero, sino para tener un trabajo digno", han dicho. Por eso, dicen que no quieren delinquir y piden que no se les vincule a la inseguridad. "Desde que nos echaron no ha bajado la violencia o los robos", aseguran.

Lamino Sarr, el Aziz y Ali Fall, entre otros, han explicado que desde que a principios del verano la policía saturó la zona y los echó, han vivido con mucho "sufrimiento" la falta de ingresos. No quieren delinquir, sino trabajar en los oficios que tenían en su país de origen. Pero las trabas administrativas les impiden tener la documentación sin un contrato de trabajo, y el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat les han "mentido", puesto que no les han ofrecido ninguna alternativa, como les prometieron, denuncian.

No quieren delinquir para ganarse la vida, y por eso niegan cualquier vínculo con la inseguridad, que atribuyen al "racismo" de las administraciones y al hecho que son "pobres". "Si fuéramos blancos nos ayudarían", dicen. Pero han reiterado que nunca actuarán con violencia, a pesar de que la policía, según ellos, lo querría así para criminalizarlos todavía más.

Consideran que la explotación de los recursos naturales, como la pesca, y el colonialismo han hecho mucho daño y por eso quieren tener derecho a trabajar de lo que saben hacer. A partir de ahora, cada semana, ofrecerán sus servicios en una zona "entre terrazas, yates y Ferrarris". "Somos refugiados económicos", han añadido, y han explicado que algunos de ellos prefieren trabajar limpiando edificios que no de su propio oficio, como por ejemplo abogado, si de este modo obtienen el permiso de trabajo.

Creen que la legislación puede cambiar, igual que se ha hecho en algunos países con la legalización de la marihuana o la aparición de nuevas relaciones laborales como las de los 'riders' de las plataformas de distribución de comida y otras mercancías.

Respuesta municipal

Desde el Ayuntamiento, el equipo de gobierno ha explicado que para el próximo 23 de octubre, o al menos antes de que acabe el mes, está prevista una nueva reunión con el colectivo de manteros para "dar continuidad a las dos anteriores que tuvieron lugar a mediados y finales de agosto y mantener el diálogo abierto iniciado el pasado mandato".

"Estas últimas semanas los equipos municipales de las áreas vinculadas tanto a derechos sociales como a economía y trabajo han estado trabajando en medidas para ampliar y mejorar los mecanismos que impulsen alternativas sociolaborales a la venta ambulante no autorizada. En la próxima reunión se trasladará al colectivo la evolución de estos trabajos", explican fuentes municipales.

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