Mickaël H., un funcionario de la Jefatura de Policía de París, ha sembrado el pánico este jueves en pleno corazón de la capital gala al apuñalar en su lugar de trabajo a cuatro compañeros con un cuchillo de cocina. Tras las agresiones, este francés de 45 años moría abatido por otro agente que intentaba frenar su brutal ataque.

El atacante, nacido en Fort-de-France -en el departamento de ultramar de Martinica-, ha acuchillado a cinco compañeros, tres hombres y dos mujeres. Cuatro han fallecido, mientras que la quinta ha sido trasladada de urgencia al Hospital Percy de Clamart, donde ha sido operada y se encuentra fuera de peligro.

Informático en en el servicio técnico de la Dirección de Información en la Jefatura de Policía de París y con una discapacidad reconocida por sordera, trabajaba en esta Administración desde 2003 y "nunca había presentado dificultades comportamentales ni había despertado la menor señal de alarma", de acuerdo con el ministro del Interior francés, Christophe Castaner.

"Era un empleado modelo", han asegurado a medios locales algunos de sus compañeros, que lo calificaban de "amable" y "simpático" y difícilmente se explicaban lo ocurrido. No obstante, todo apunta a que mantenía una mala relación con su jefa de servicio, según el portavoz del sindicato France police-policiers en colère, Christophe Crépin.

El responsable de las cuatro muertes, que vivía en Gonesse -un municipio del Valle del Oise- y tenía dos hijos de 9 y 3 años, se había convertido al islam hace 18 meses y acudía a la mezquita, donde ejercía una práctica normal, de acuerdo con el testimonio de una vecina recogido por AFP: "Era una persona normal, alguien muy tranquilo".

Actualmente, las tres líneas de investigación que baraja la Policía son: un posible problema personal, seguido de un episodio de locura; un conflicto profesional con su jefa de servicio; y una radicalización religiosa. Es la segunda de ellas la que parece cobrar más fuerza, aunque los agentes no descartan ninguna de ellas, según la radio francesa RTL.

La Brigada Criminal de la Dirección Regional de la Policía Judicial, encargada de la investigación, ha registrado el domicilio de Mickaël H. y ha interrogado a su mujer y sus allegados para recabar pruebas y estudiar si podía haber experimentado una radicalización religiosa. De momento, no se ha aplicado al crimen la calificación de terrorista.