La primera actuación tuvo lugar en Castilléjar (Granada), donde se localizó una vivienda que desprendía un fuerte olor a marihuana y se oía el runrún permanente de un extractor.
Los agentes se entrevistaron con el propietario y descubrieron que estaba cultivando 23 plantas de cannabis sativa de gran tamaño, motivo por el que fue investigado por un delito contra la salud pública por cultivo de droga.
La segunda actuación se realizó en Pinos Puente, donde los agentes averiguaron que en un domicilio estaban cultivando cannabis de manera intensiva.
Se entrevistaron con la propietaria de la vivienda y tras registrarla encontraron una plantación con 100 plantas de mediano tamaño y toda la infraestructura necesaria para el cultivo ilegal y la elaboración de esta droga, para lo que se había practicado un enganche ilegal a la red eléctrica.
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