Las alegrías vienen con cuentagotas, como lo ilusionada que está con la nueva etapa universitaria de su nieta, Alejandra Rubio, mientras que los problemas parece que se den la mano y vayan llamando uno tras otro a las puertas de María Teresa Campos.

La veterana presentadora, de 78 años, está, sin medias tintas, con el agua al cuello. Económicamente hablando. Porque, como las de otras celebrities que lidian con embargos o no haber ahorrado en su momento, ahora mismo su cuenta corriente, ironías del destino, hace aguas por todos lados.

Así lo refleja la revista Lecturasen una exclusiva en la que la palabra desesperada aparece con luces de neón: no es ya que las dificultades pecunarias que la periodista venía arrastrando desde hace un tiempo se hayan reducido, sino que, al contrario, se han acentuado.

Y la matriarca de las Campos ha tenido que comenzar a pensar en reducir la sangría y ha llegado a la conclusión de que una sola fórmula no valía, así que eran necesarios por lo menos tres diques para que su situación crematística mejorara.

La malagueña se ha visto obligada por las circunstancias a reducir gastos, a bajar el precio de venta de su mansión y a dejar de pagar el alquiler de la vivienda que aún no habita porque no tiene trabajo y, además, no tiene una oferta en firme (y eso que todo hacía indicar que pronto volvería a la televisón, dado que esa fue la razón por la que interrumpió sus vacaciones marbellíes con Bigote Arrocet).

La que fuera reina de la televisión y presentadora mejor pagada ha vuelto a reducir el precio de la casa que tiene en venta, desde hace cuatro años, en Las Rozas, en la urbanización Molino de la Hoz.

Ya en junio estaba exasperada por no poder venderla por los cuatro millones y medio de euros que pedía, dado que se trata de un inmueble de 2.000 metros cuadrados construidos (vivienda principal y casa de invitados) sobre una parcela de 6.000.

No hay que olvidar que para la periodista esto podría suponer un déjà vu, ya que el dúplex que compró en Aravaca en 2014 por 1,3 millones de euros tuvo que venderlo en 2017 perdiendo dinero.

María Teresa Campos considera que, de nuevo, podría llegar a negociar a la baja (alrededor de incluso 3 millones) por su espectacular casoplón, que tiene doce dormitorios y quince cuartos de baño así como una biblioteca, una piscina privada y un gimnasio.

Al mes le supone un gasto nada desdeñable, 8.000 euros de mantenimiento, aunque le dio algo de respiro la subasta que hizo de sus muebles y pertenencias, que fue un éxito dada la buena acogida entre los compradores y coleccionistas de jarrones, relojes y sillones, ya que algunos alcanzaron los 1.900 euros.

Aún con todo, sus cuentas siguen sin estar saneadas, así que la madre de Terelu Campos y Carmen Borrego ha tenido que reducir gastos en su día a día, como empezar a utlizar Cabify, haciendo así que su chófer, que suponía un gasto fijo, tenga libres más días.

Lo último para reducir gastos, sin embargo, ha sido dejar de pagar el alquiler de la casa a la que se quería mudar con Bigote Arrocet y  en la que iba a estar más cerca de sus hijas.

Nunca ha llegado a habitarlo y, aún así, la que fuera discípula de Jesús Hermida pagaba entre 4.250 y 4.700 euros mensualmente por este ático en Pozuelo de Alarcón.

Se trata de un estupendo chalet en Aravaca de alrededor de  350 metros cuadrados, que se distribuyen en un total de cinco dormitorios, tres cuartos de baño y a los que sumar 400 metros cuadrados extras de jardín.