"Los móviles de los muertos, siguen sonando", declaran sobrecogidos los testigos de una tragedia cuyas consecuencias aún están por medir y que se ha cobrado la vida de miles de personas en China. El último episodio del terremoto en China se da en el distrito
Wenchuan, donde las autoridades dan por muertos a
7.700 vecinos del lugar, epicentro del
terremoto del pasado lunes, con lo que la cifra total de fallecidos
podría elevarse a unos 20.000, aunque las
Según He Biao, subsecretario general del gobierno de la prefectura de Aba, sólo 2.300 personas han sobrevivido a la catástrofe en la ciudad de Yingxiu, por lo que no creen que los otros 7.700 residentes sigan vivos, informó la agencia
Pesimistas
Las cifras serán confirmadas en pocas horas en el recuento oficial de muertos, heridos, sepultados, desaparecidos y evacuados que ofrece cada día el gobierno provincial de Sichuan (suroeste de China).
Pero las cifras son mucho mayores porque además hay 25.000 sepultados entre los escombros, 14.000 desaparecidos y más de 26.000 hospitalizados, según el último informe de las autoridades locales, siempre más opacas de lo deseado.
La situación en Yingxiu es todavía peor de lo esperado
"La situación en Yingxiu es todavía peor de lo esperado", explicó un funcionario local.En la vecina ciudad de Shuimo, donde viven 20.000 personas, carreteras y puentes quedaron gravemente dañados por el seísmo, por lo que los equipos de rescate no han podido llegar, y la población se encuentra muy necesitada de alimentos, medicinas y agua.
Más de
50.000 soldados del Ejército de Liberación Popular (ELP, el mayor del mundo con 2,3 millones de efectivos) trabajan a contrarreloj para intentar rescatar a los supervivientes de esta catástrofe transcurridas 48 horas desde el sismo.
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