La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha avanzado este martes que el nuevo tratamiento para dejar de fumar que financiará la sanidad pública —Champix— solo se recetará a aquellas personas que muestren una "voluntad real" de abandonar este hábito.
Así lo ha señalado la ministra en declaraciones a los periodistas antes de participar en una reunión del Consejo de Personas Mayores en Madrid.
El Sistema Nacional de Salud comenzará a financiar a partir del próximo año la vareniclina —de marca comercial Champix—, pero lo hará con unas "condiciones y requisitos" que tendrán en cuenta los médicos de atención primaria y que pasarán por que el paciente muestre una "voluntad real de dejar de fumar". "No sirve de nada tomar una pastilla si no se tiene una voluntad clara de dejar esta adicción", ha afirmado Carcedo.
Sobre el coste total que este tratamiento tendrá para el sistema sanitario, Carcedo ha indicado que dependerá del volumen de personas que muestren esa intención de abandonar el hábito. Ha recordado que el tabaco provoca cada año 50.000 muertes en España, por lo que supone un "problema gravísimo de salud pública" a la que el Ministerio de Sanidad debe dar respuesta con medidas como esta.
Así, Carcedo ha considerado esta decisión "un paso importantísimo" al tratarse de un medicamento "muy útil". "Por eso hemos dado el paso, porque se calcula que casi la mitad de las personas que lo intenta con este medicamento consigue abandonar el tabaco".
En cuanto a una futura reforma de la Ley antitabaco, la ministra ha reconocido que con la aparición de los nuevos dispositivos de consumo de tabaco "las leyes vigentes se han quedado cortas" y cree necesario ajustar la normativa a "la realidad de hoy".
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