El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, está convencido de que el PSOE seguirá siendo la única posibilidad de gobierno tras el 10-N. Este lunes presentó su lema de campaña -"Ahora Gobierno, Ahora España"- y aseguró que "solo una formación puede romper con el bloqueo". "Quien quiera bloqueo tiene mucho y muy diverso donde elegir, a diestra y siniestra, quien quieran un gobierno sólido y razonable, el único camino es el PSOE", dijo. Se trata de una advertencia parecida a la que lanzó cuando el rey le encargó en junio buscar apoyos para la investidura. "O gobierna el PSOE o gobierna el PSOE", dijo entonces. El intento fracasó y el PSOE la mantiene de cara al 10-N, gracias a varias claves que llevan a los socialistas a confiar en que, esta vez sí, Sánchez será reelegido.

No se trata de obtener una mayoría absoluta que, como dijo este lunes, garantice que el 11 de noviembre, "tiene que haber un Gobierno en España". En su lugar, los socialistas confían en primer lugar con hacerse con buena parte de los votos de Ciudadanos, de personas que, desencantadas con la estrategia de Albert Rivera, votarían ahora al PSOE. Así se compensarán los cálculos de quienes creen que MásPaís les arañará escaños para llegar hasta los 130 diputados, según calculan otros.

La mejora en los resultados de abril y de los que hoy les dan las encuestas se completa con el convencimiento que en esta ocasión el voto oculto es el del PSOE. Si en abril la gran incógnita era saber cuántos votantes apostarían finalmente por la ultraderecha de Vox, ahora creen que se culpa al PSOE de la repetición electoral, de manera son sus votantes quienes no quieren revelar el sentido de su voto.

Finalmente, para que pueda haber investidura de Sánchez, en el PSOE consideran que es "clave" que los independentistas no tengan ninguna posibilidad de condicionarla, que sus votos no sean necesarios. En plena escalada de tensión política en Cataluña por los planes presuntamente violentos de los CDR detenidos, en la víspera del aniversario del 1-O y con la sentencia del procés a las puertas, los socialistas observan con atención cómo afectará a JxCAT y ERC la candidatura de la CUP, que por primera vez se presentará a unas elecciones generales el 10-N.

Mientras, Sánchez refuerza su mensaje "España" para no dejar dudas entre votantes de centro y distanciarse de las opciones a su izquierda, Podemos y sobre todo Íñigo Errejón, que la semana pasada fue criticado por no llamar Más España a su partido. Este lunes, el presidente en funciones puso allí el acento al apuntar que "pese a la emergencia de tantos partidos políticos, seguimos siendo el único que cuenta con una 'E' de 'España' en sus siglas".

Así, presentó al PSOE como la izquierda que "ni se entrega, ni se oculta, ni se avergüenza jamás de esa palabra que es España" en un acto en el que se abrió a todos los ciudadanos, "voten lo que voten y piensen lo que piensen" para ofrecerles "hacer realidad un Gobierno sólido, estable y progresista".