Según el escrito de Fiscalía, el preso, AMPR, protagonizó un incidente en el comedor con otros internos a los que insultó. Tras ello, los tres funcionarios de prisiones (PMCS, MMB y ARC) lo apartaron a una zona de seguridad, en donde el interno, "en un estado agresivo y actuando con evidente desprestigio del principio de autoridad, comienza a bracear y a lanzar patadas alcanzando" a uno de los trabajadores.
Seguidamente, los tres funcionarios conducen al preso al despacho del educador, en donde supuestamente le propinaron una paliza con "puñetazos y patadas en el abdomen".
Por estos hechos, Fiscalía pide para cada uno de los funcionarios una pena de cuatro años y tres meses de cárcel por delitos de lesiones, así como con 5.500 euros por los días de curación de las heridas y las secuelas. Asimismo, la petición de prisión para el recluso es de tres años por un delito de atentado y lesiones con la agravante de reincidencia.
El fiscal apunta que el agente agredido sufrió la fractura de un dedo -con 80 días de curación-. Mientras, el preso sufrió, entre otras heridas, la rotura de dos costillas y un brazo, con necesidad de intervención quirúrgica -con 45 días de curación- y secuelas.
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