Los paros de los autobuses de Bilbobus y de gran parte de líneas de Bizkaibus , que se están llevando a cabo los lunes y viernes de este mes durante 4 horas, amenazan con prolongarse durante junio.

Y, de hacerlo, la huelga se recrudecerá, y los autobuses dejarán de salir durante 24 horas seguidas. Los nulos avances en la negociación del convenio entre los trabajadores y la dirección de TCSA, la concesionaria del servicios de autobuses, ha llevado al comité de empresa a plantearse nuevas medidas de presión.

Los trabajadores no han definido aún esas medidas a tomar en junio, pero ya han dado los primeros pasos para proseguir con las jornadas de paro. "Al ser un servicio público, estamos obligados a anunciar una huelga en la delegación de empleo con más días de antelación", explica José Antonio Fernández, presidente del comité de empresa.

La dirección de TCSA ha emprendido acciones legales contra el comité de huelga al considerar que los paros son "abusivos e ilegales" al tratarse de un servicio público. "Es una huelga legal y se están cumpliendo los servicios mínimos del 30% de los servicios", justificó Fernández.

Ayer, los buses volvieron a parar entre las 7.30 h y las 9.30 y las 18.00 y las 20.00 horas, con lo que, al igual que sucedió el lunes y el viernes de la semana pasada, miles de viajeros vizcaínos se quedaron en la estacada.

"Como sabía lo que podía pasar, he salido de casa antes para ir hasta el trabajo", explicaba ayer por la mañana un profesora bilbaína. Los trabajadores y estudiantes fueron los más afectados.

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