Extrema preocupación policial en Londres ante el temor a nuevos ataques terroristas

El día de los atentados se sucedían las alarmas. El sábado se evacuó a20.000 personas del centro de Birmingham por una falsa amenaza de bombay hoy ha sido el centro gubernamental de Londres el que ha estadotemporalmente cerrado. La preocupación policial contrasta con el deseo de los ciudadanos de volver a la normalidad.
Una nueva alarma saltaba hoy en el centro gubernamental de la capital británica. La zona y la estación de metro de Westminster han sido cerradas.

Al parecer, la alerta se ha producido por
la avería en un autobús queestaba cruzado en la calle. Tras comprobarse que no había peligro, elcentro ha sido reabierto.

El enviado especial de RNE daba cuenta del ambienteque se respiraba enla zona, plagada de turistas. Durante el tiempo que ha durado laalerta, el nerviosismo era extremo y la circulación un verdadero caos.La Policía a caballo se ha abalanzado sobre un motorista sólo porque seha saltado un semáforo.

A las pocas horas se producía otra
falsa alarma en la estación de King's Cross,la más afectada por los atentados, esta vez por un paquete sospechosoabandonado en el metro.

Los mensajes por
megafonía instando a losciudadanos a
no abandonar equipaje ni cualquier otro tipo de paquete enlos transportes, se suceden en el suburbano.
Así, hasta que se detenga a los terroristas

Charles Clarke, el ministro del Interior Británico, explicaba que el temor a nuevos ataques terroristas
persistiría hasta que los terroristas sean cogidos. "Es por eso que la prioridad debe ser capturar a los culpables", añadió.

Este miedo se ha transmitido en las falsas amenazas que se han disparado después de los atentados. El sábado por la noche,

Tras explosionar varios paquetes sospechosos situados en un autobús, sedescubrió que no había resto de explosivos. Después de 10 horas deevacuación, todo había sido una falsa alarma.
Contrasta con el deseo de los londinenses

El ambiente que se respiraba en Birmingham esa noche no era de miedo nipanico, más bien de fastidio ante el desalojo de la zona de ocio másimportante de la ciudad, como relataba
Bongo Vongo en su blog. La gente había acudido a los bares yrestaurantes, como cualquier sábado por la noche, cuando fueroninstados a abandonar sus platos y bebidas y alejarse de la zona.

Mientras las fuerzas de seguridad continúan en máxima alerta, loslondinenses sólo
quieren regresar a la normalidad, volver a sustrabajos, utilizar el transporte público rutinariamente, como diciendoal mundo

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