Se acabó aquello de vestir al espantapájaros con el jersey raído del abuelo. Los dictámenes de la moda se han infiltrado ya entre este colectivo de paja, que ha pasado del 'outlet' a vestir según marcan las últimas tendencias.

Al menos, así es en el pueblo pontevedrense de Covelo, donde sus dueños compiten por tener el muñeco más elegante u original. De esta forma, los hay con apariencia hippie o fumeta; femeninos -con falda y bolso-, o artísticos, como el de una vecina del municipio, quien explica que para fabricar la cabeza de su espantapájaros se inspiró en el cuadro de

La iniciativa ha tenido tanto éxito que se ha convertido, junto con las verdes laderas que circundan a Covelo, en una de sus principales atracciones turísticas.