El testamento de Camilo Sesto, fallecido el pasado 8 de septiembre, no guardaba ninguna sorpresa en su interior: el heredero universal de su fortuna era su único hijo reconocido, Camilo Blanes, quien ya era noticia por su estado de salud, deteriorado por su alcoholismo y problemas psicológicos.

A Camilín, como es conocido el artista, le serían conferidos todos los bienes del mítico artista: cuatro propiedades inmobiliarias, un efectivo total cercano a 2 millones de euros, los derechos de autor de sus canciones (unos 200.000 euros anuales)...

Hasta que se ha sabido un pequeño detalle que puede ser posiblemente el mayor quebradero de cabeza que tenga ahora mismo Camilo Blanes, dado que su padre nombró un albacea de su herencia.

Este albacea no es otro sino Cristóbal Huete, quien fuera adminsitrador de Camilo Sesto. ¿El problema? Ni Camilo Blanes ni su madre, la mexicana Lourder Ornelas, se hablan mínimamente con Huete.

Hay que recordar que, aunque ha salido a la luz el contenido del testamento debido a que la revista Semana tuvo acceso, lo cierto es que la apertura oficial no será hasta los últimos días de septiembre.

Esta apertura del testamento ha de hacerse quince días después del óbito y es el momento en el que se da a conocer a los herederos las últimas voluntades del fallecido. En el caso del cantante de Getsemaní o Melina, lo más probable es que lo hiciera por la vía del testamento abierto notarial.

Esto es: Camilo Sesto acudió a testar a una notaría de Madrid acompañado por su administrador Huete a mediados de febrero de 2018. Allí señaló como heredero universal a su hijo y como albacea a su controvertido amigo.

Esta noticia no ha sido plato de buen gusto de Camilo Blanes y de su madre, que denunció públicamente la influencia negativa que Huete ejercía sobre Camilo Sesto, aún cuando en este tipo de testamento el notario ha de asegurarse que quien acompaña al testador no ejerce influencia alguna sobre él.

Sin embargo, madre e hijo saben que el papel del albacea podría ser clave, al ser el encargado de salvaguardar, custodiar y proteger los bienes del fallecido hasta el destino que les corresponde según dictamen de la herencia.

Tal es la confrontación que, para demostrar su oposición, Camilo Jr. ha impedido que se trasladen las cenizas de su padre a Alcoy, donde el ayuntamiento tenía intención de rendir homenaje a uno de sus hijos predilectos el pasado día 23 de septiembre.

Esta disputa proviene del testamento vital de Camilo Sesto, donde se especificaba que quería ser incinerado, pero nada más. Esto produjo que el albacea y administrador decidiera instalar en la sede madrileña de la SGAE una capilla ardiente para que sus fans se despidiesen de él, algo que el fallecido nunca dispuso.

Asimismo, no detalló qué hacer con las cenizas, y hete ahí el gran conflicto primero entre Camilo Blanes y Cristóbal Huete: mientras este último, custodio de las cenizas, abogaba por el homenaje en Alcoy asegurando que es lo que el artista hubiese querido, el primero paralizó la operación hasta la lectura del testamento mediante sus abogados.

No es descabellado pensar que la herencia del mítico cantante de Vivir así es morir de amor, Perdóname o Amor... Amar va a ser un duelo de titanes, pues Huete ya anunció medidas legales contra Lourdes Ornelas por insinuar que había intentado obligar a su hijo a firmar unos documentos que no le beneficiaban.