Una unidad de Telemadrid se desplazó al madrileño barrio de Lavapiés, noticia en los últimos días por la inseguridad en sus calles.

Sin embargo, lo que pretendía ser una tranquila conexión en directo se convirtió en toda una odisea para la reportera de Buenos días, Madrid.

Ella informaba de que, en la calle Mesón de Paredes, hay un local que aparentemente es una tienda de moda y bisutería, pero que esconde un after en el que las peleas son una constante cada noche.

"Hasta hace un par de minutos estaba abierto este local", informaba, pero "alertados por la presencia de nuestras cámaras inmediatamente han desalojado todo este after", introducía la profesional cuando aún era noche cerrada en la capital.

A continuación, aseguró que "hay apuñalamientos, peleas todos los días... Hay vecinos que dicen que se han encontrado con regueros de sangre".

En un momento de la conexión, un grupo de jóvenes se acercó a ella y al cámara para salir en pantalla, lo que fue aprovechado por la reportera para preguntar por el ambiente que hay en el local y que ha llevado a los vecinos a quejarse.

"Hay apuñalamientos, pero entre coleguillas", justificaba uno de ellos ante las risas del resto del grupo. "Tú le pinchas, él te pincha... Tampoco es nada del otro mundo", continuaba éste para, de repente, cortar su discurso y hacer promoción de su canal.

La reportera cortó el testimonio del joven y, apartándose del lugar -aunque el resto del grupo la perseguía para salir en plano-, sentenció: "Para que os hagáis una idea, si queréis comprobar si era un after o no a la vista está".