Este servicio policial se inició tras el aviso del representante legal de este hombre, quien mientras mantenía una conversación con él observó el arma que tenía en su poder. Además, según los testimonios recabados, el arrestado había asegurado que pretendía usar el arma contra varias personas con las que mantiene diversos litigios judiciales.

Los policías entraron en el citado bar y, extremando la seguridad, tanto para el resto de las personas que había en el interior del establecimiento como para su propia integridad, lograron que el detenido les hiciera entrega del arma.

La pistola es un modelo Astra 3000, de calibre 9 m, corto, y estaba envuelta en una tela dentro del bolso del arrestado. Los policías comprobaron que disponía en su interior de un cargador con cinco cartuchos y que no tenía activado el seguro del arma.

El hombre no ofreció resistencia alguna a la intervención policial y fue trasladado a un centro de salud y, posteriormente, a las dependencias policiales donde quedó a disposición judicial y fue entregada el arma por parte de la Policía Local.