Thomas Cook, la primera agencia de viajes del mundo, se ha declarado en quiebra este lunes, dejando a cientos de miles de turistas en todo el mundo sin sus reservas. Paralizado por sus 1.700 millones de libras de deuda, Thomas Cook se ha visto afectado por la competencia en Internet. La ola de calor europea del año pasado también afectó a la empresa, ya que los clientes pospusieron las reservas a última hora.

Sin embargo, esta noticia puede resultar "moderadamente positiva para" IAG, matriz de Iberia, Vueling, Bristish Airways y Aer Lingus, cuyas acciones bajaban en torno a un 1% a las 11.00 horas.

Los analistas del Banco Sabadell, estiman que IAG podría conseguir nuevos clientes que hasta ahora volaban con Thomas Cook, además de permitirle alguna compra de bonos oportunista.