Los habitantes de la localidad francesa de Armentieres, cerca de Lille, se despertaron hace un par de días con merodeador inusual en sus tejados: una joven pantera negra, informa la BBC.
El felino, de cerca de 20 kilos de peso, tiene alrededor de seis meses de edad y el tamaño de un perro Pastor Alemán. El animal estaba domesticado y sus garras habían sido cortadas. Eso no evitó el susto que se llevó una niña de 15 años al verlo entrar por la ventana de su casa. Salió corriendo y no pasó nada.
Tras acordonar la zona, un veterinario le disparó un dardo tranquilizante. Ya en una caja la pantera se encuentra en una protectora de animales a la espera de destino.
La policía francesa, mientras tanto, busca a su dueño, ya que puso en peligro a varias personas y para averiguar cómo consiguió hacerse con este ejemplar y en qué condiciones lo tenía.
Las fuerzas de seguridad aseguran que solo un zoo puede conseguir los permisos necesarios para albergar este tipo de felinos.
« Ce monde devient fou » C’est un mantra que je répète régulièrement...
— antonbundle (@antonbundle) 18 de septiembre de 2019
Tu sors promener ton chien après le boulot, tu vois flics et pompiers au loin... Et là, stupeur, on t’annonce qu’une panthère noire se balade sur les chêneaux !!! 😱
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