Así lo ha transmitido la Comisión de Agricultura ante unas preguntas formuladas, a instancias de la organización agraria, por la eurodiputada valenciana del PSOE Inmaculada Rodríguez-Piñero.

Una representación de La Unió encabezada por su secretario general, Carles Peris, propuso el 3 de abril en una reunión celebrada con el Ministerio de Agricultura que la Comisión Europea estableciera un mecanismo basado en la expedición de certificados de exportación, como ya se hizo anteriormente con las manzanas y ahora con el ajo, con el objetivo de mejorar el seguimiento de la importación de cítricos y detectar posibles perturbaciones en los mercados.

Se le pidió entonces a la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, que trasladara la petición a las autoridades comunitarias.

La organización considera que la digitalización en origen de los flujos comerciales de países terceros supone "una mayor transparencia, planificación del control de inspecciones, centralización de la información, seguimiento de volúmenes o habilitación de datos estadísticos para la elaboración de posibles aplicaciones de la cláusula de salvaguarda, entre otros aspectos".

En este sentido, la Comisión Europea señala ahora que "está trabajando actualmente en la integración de los certificados agrícolas de importación y exportación en el entorno de ventanilla única de la UE para las aduanas".

Asimismo, indica que "una vez que se digitalicen en toda la UE los documentos justificativos como los certificados con una fuente de datos a nivel europeo podrá efectuarse una verificación automatizada en el momento del despacho de aduana cuando se produzca una importación".

La Unió cree que los certificados "no suponen una barrera comercial, sino un registro actualizado para conocer anticipadamente la fruta que va a entrar en el mercado europeo" y que este conocimiento anticipado da "un margen de maniobra que facilita la adopción de medidas preventivas en su caso".

Ha recordado que los productores europeos de cítricos "están atravesando por una difícil situación, debido, entre otras cosas, al notable aumento de las importaciones de cítricos procedentes de determinados terceros países del hemisferio sur". De hecho, Sudáfrica exportó por ejemplo la pasada campaña a la Unión Europea un total de 814.000 toneladas de cítricos, frente a las 471.000 toneladas de 2014, lo que supone que en sólo cinco años haya duplicado sus envíos.