Unai Sordo: "Pedro Sánchez ha sido poco valiente a la hora de corregir la reforma laboral"

  • "Es una irresponsabilidad que no se haya formado un Gobierno", explica el secretario general de CC OO.
  • Para él, la culpa es "compartida" aunque el mayor responsable es "Pedro Sánchez".
  • Seguirán pidiendo una "corrección profunda" de la reforma laboral: "Se ampararon en que no tenían mayoría".
El secretario general de CC OO, Unai Sordo, durante la entrevista con 20minutos.
El secretario general de CC OO, Unai Sordo, durante la entrevista con 20minutos.
ELENA BUENAVISTA
El secretario general de CC OO, Unai Sordo, durante la entrevista con 20minutos.

Los sindicatos miran con recelo la repetición de elecciones. Quedan asuntos pendientes por analizar en materia laboral, y consideran que no hay tiempo que perder. El salario mínimo, la reforma laboral o el pacto de Toledo son temas a tener muy en cuenta en el corto y medio plazo, pero mientras tanto, la inestabilidad política no permite demasiados avances. Unai Sordo, secretario general de CC OO, atiende a 20minutos en la sede del sindicato para analizar la actualidad y dejar clara la posición de su organización respecto a la vuelta a las urnas y las medidas que necesita el país, teniendo en cuenta que todos los indicadores muestran cierto empeoramiento de la economía.

Vuelta a una cita electoral...¿Qué valoración hace CC OO de estos cinco meses y de la convocatoria de elecciones?

Han pasado más de 141 días y no creo que se hayan dedicado más de cuarenta horas a una negociación en serio. Y creo que eso define la falta de responsabilidad que han tenido los partidos a la hora de asumir el reto que tenían, que era la conformación de un Gobierno, de una mayoría y de un programa. Son responsabilidades compartidas que encabeza quien aspiraba a la investidura, que era quien más votos tenía. Pero más allá de las responsabilidades, nos deja en una situación muy preocupante, con una desaceleración económica que va a ser recesión en algunos países de la UE, con la sentencia del procés que va a contaminar la vida política, pero también con todavía desigualdad y con unos presupuestos prorrogados. Es una irresponsabilidad que no se haya formado un Gobierno.

¿Creen que hay también cierta incapacidad en la izquierda?

Sí. Yo creo que hay una falta de cultura de lo que es la negociación política, la necesidad de ceder. Hay excesivo tacticismo, de manera que parece que no se está tanto por hacer un acuerdo y sí de hacer golpes de efecto para que la otra parte se quede en una posición insostenible y tenga que asumir mis tesis.

¿Esa responsabilidad es compartida entre Sánchez e Iglesias a partes iguales?

Las responsabilidades son compartidas lo que ocurre que quien tenía que buscar la investidura era Pedro Sánchez y él incurre en una enorme irresponsabilidad. Es verdad que de las posiciones de partida y se llega incluso a una posibilidad del Gobierno de coalición que Unidas Podemos rechaza, en uno de los grandes errores de la negociación. Pero insisto, no es de recibo que en 141 días no se haya dedicado casi tiempo a negociar de verdad. Eso correspondía sobre todo a Pedro Sánchez y al PSOE.

¿Consideran que es un problema de líderes o de partidos?

No creo que los proyectos sean incompatibles, pero hay falta de diálogo político y los partidos no se han situado bien en el esquema que ya no es bipartidista. El caso es que más allá de quien tenga más o menos responsabilidades, quien no las tiene es la ciudadanía, que ya votó el 28 de abril. Eligió una mayoría por un Gobierno progresista, que tenía que tener una agenda de reformas por la inclusión social que se han quedado en agua de borrajas.

¿Notan que la izquierda se puede haber alejado de los ciudadanos?

La izquierda y lo que no es la izquierda. Creo que en general los partidos y los responsables políticos no es que se estén alejando de los ciudadanos, es que están provocando un alejamiento del interés de la política. Llegado el caso esto puede desembocar en una mayor abstención que yo creo que no beneficia a nadie y no beneficia a quien más necesita de la política: la mayoría social, que son las clases populares. La gente corriente es, seguramente, quien más se esté cansando de los políticos. Volveremos a llamar a la participación electoral, pero es muy frustrante esta oportunidad desaprovechada.

¿Preocupa a los sindicatos ese enfriamiento de la economía al que ya se ha referido el propio Sánchez?

Sí, hay una ralentización de la economía que en España se está reflejando en que se crece menos que hace un año y se crea menos empleo. Se sigue creando empleo muy precario, y esto tiene que ver con la guerra comercial entre China y EE UU y las incertidumbres asociadas al brexit. Esto está haciendo que se contraiga el comercio en el mundo, y afecta de manera muy importante a Europa y particularmente a Alemania. Ahora la incógnita es qué políticas se van a hacer para enfrentar ese enfriamiento. No sirve con políticas monetarias como se ha hecho en los últimos años, esto tiene que continuar pero no es suficiente. Hay que hacer políticas de redistribución de la renta, políticas fiscales y de presupuestos más expansivos. España está teniendo un mejor comportamiento que los países de nuestro entorno, precisamente porque estamos cambiando la tendencia de la devaluación salarial de una forma muy importante con la subida del SMI. Nuestro país todavía no está sufriendo un riesgo de recesión.

¿Ha afectado la subida del SMI a la creación de empleo?

Favorablemente. En estudios que hemos realizado, en los sectores y en los colectivos que tienen salarios más bajos la evolución del empleo en el primer trimestre de este año es exactamente la misma que en el primer trimestre del año pasado, cuando todavía no se había subido. Es decir, no se está produciendo una destrucción de empleo en esos salarios más afectados por la subida del SMI y por contra el incremento de los salarios más bajos, que son todos a consumo (cubren necesidades básicas), genera un aumento de ese consumo y por tanto genera también empleo. Ha tenido un efecto positivo.

En estos meses, Sánchez no se ha atrevido a tocar la reforma laboral. ¿Creen que ha sido poco valiente en este sentido?

Sí, lo fue, porque nosotros cerramos unos acuerdos entre CC OO, UGT y el Ministerio de Trabajo (sin la CEOE) que corregían una parte muy importante de la reforma laboral. Si se hubiera hecho un trabajo político a fondo, se hubieran podido corregir esos aspectos de la reforma laboral. En todo caso, esta va a ser una exigencia del sindicato ahora y en el próximo Gobierno salga lo que salga de las urnas el 10 de noviembre. Pero además no vamos a esperar a que haya Gobierno, sino que vamos a emprender una ofensiva en los centros de trabajo para que, mientras no se corrija la reforma laboral, atacar las consecuencias de esa reforma en la mayor precariedad laboral.

Entiendo que tiene que volver a ser un eje fundamental de la campaña electoral

Sí. Hablaremos con UGT, y la idea será volver a hacer un paquete de medidas prioritarias para los trabajadores. Emplazaremos a los partidos políticos para que se definan sobre estas propuestas y la primera de esa lista va a ser la derogación, la corrección en profundidad de esa reforma laboral, como paso previo para la negociación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.

Esto llevaría tiempo

Habría que abordarlo en una legislatura un poco larga y seria, porque en menos de dos años seguro que no habrá un nuevo Estatuto.

El pacto de Toledo se rompió y llevamos año y medio con un sistema que sigue siendo deficitario. ¿Cómo lo analizan?

Es la otra prioridad ahora mismo. La reforma de 2013 conlleva que las pensiones no se revaloricen con la evolución del IPC y además conlleva, tal como está escrito, que en el próximo medio siglo las pensiones en España caerían casi a la mitad. Por tanto hay que derogar hay que derogar esa reforma, pero teniendo una perspectiva más estratégica. Hay que abordar muchas medidas sobre la estructura de ingresos de la Seguridad Social. Ese déficit tiene que ver, entre otras cosas, con que soporta bastantes gastos ahora mismo que no le corresponden y que deberían derivarse a los Presupuestos Generales del Estado. Esto ha de hacerse cuanto antes.

¿Cómo es la relación con la CEOE actual respecto a la anterior?

El último gran acuerdo fue la negociación colectiva de verano del año 2018. Fue un acuerdo que está demostrando que fue un muy buen acuerdo: los salarios está subiendo dos puntos por encima de la inflación, los nuevos convenios colectivos que se han firmado están con una subida media salarial del 3,1%...Aquel acuerdo tuvo su potencial. Vamos a ver en el momento en el que se constituya un Gobierno la disposición de CEOE a mantener un espacio normalizado de diálogo social. Pero claro, si no hay Gobierno tampoco puedes tener un diálogo social demasiado normalizado. Tenemos un compromiso con CEOE para, en caso de parálisis como está habiendo, abordar una negociación básica sobre temas como la digitalización de la economía, la formación profesional, la economía verde y una serie de materias que son estratégicas. Vamos a tratar de llegar a un acuerdo marco entre los agente sociales para marcar agenda (al futuro Ejecutivo).

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