Durante la octava jornada de casting, el barco de Supermodelo se ha acercado hoy a la costa de Malta con algunas tensiones abordo. La directora del centro de formación, Marie-Ange Schmitt-Lebreton, ha observado que los veteranos no terminan de aceptar a los cuatro nuevos aspirantes y parece que hay dos "clanes a bordo del barco".

La francesa no parece fallar en sus astutas apreciaciones ya que la mayoría de los concursantes "han hecho piña para que no entren en el grupo". Así lo aseguró también Dácil, la canaria que abandonó el trasatlántico en la jornada de hoy.

Al final de la prueba, Fiona no se ha mostrado muy satisfecha porque los chicos han olvidado que son modelos y han "sobreactuado" demasiado.

La vida en alta mar

Mientras tanto, en el barco los concursantes han desfilado encadenados y descalzos por la cubierta del barco. "Me pareces una chica muy bonita, pero siempre tienes la misma cara", le ha dicho Mari- Ange a una de las aspirantes.

Por su parte, Emmanuel Rouzic les ha recibido con los brazos abiertos para la primera sesión fotográfica del día. "No me hagáis perder la paciencia porque cuando duermo mal tengo más malhumor que de costumbre". Después de la amenaza, los chicos han posado vestidos como auténticos piratas con la ciudad de Malta como telón de fondo.

Después de unas clases de protocolo y otras tantas actividades, han tenido que hacer un desfile de sombreros como si estuvieran en un anuncio. "Tienes juegos de seducción barata como el resto de tus compañeros", le aseguró Jousie a uno de los chicos. Al final, los estrictos profesores no dieron por superada la prueba.

La jornada ha sido inolvidable dentro y fuera del barco, pero uno de ellos tiene que abandonar el barco porque sólo los mejores entrarán en el Centro de Formación el próximo 19 de mayo. Los profesores deciden que Dácil sea expulsada. Antes de irse, Dácil comentó que se había sentido "súper insegura y con la autoestima por el suelo" a su paso por el casting.