La V Cátedra de Santo Tomás, foro sobre la relación entre cultura, política y religión, contó con la presencia de Enrique Barón, europarlamentario socialista y presidente del Parlamento Europeo entre 1989 y 1992, en una conferencia bajo el título de 'Europa es laica', en la que explicó cómo, actualmente, el viejo continente ha sabido adecuar los tiempos que corren a la libertad religiosa y defendió el laicismo como la forma ideal del sistema actual.

Su intervención en esta quinta edición de la cátedra que versa este año sobre las raíces cristianas de Europa, tuvo lugar en el auditorio del Monasterio de Santo Tomás, al que definió como "uno de los lugares donde se inició el primer gran debate humanista a partir del cristianismo en relación con América", y estuvo acompañado de varios representantes del PSOE en el Ayuntamiento de Ávila.

Europa laica

Barón destacó cómo "la Europa de hoy, que es una Europa en la que por primera vez el componente cristiano y otros conviven, vive una etapa laica que también podría calificarse como metacristiana, es decir, que los componentes más importantes del cristianismo se han incorporado, con otros, como parte de la sociedad europea tal cual la estamos construyendo".

El político socialista hizo referencia al papel de la religión en cuanto al laicismo que evoca el Tratado de Lisboa y tal y como lo contenía la Constitución Europea haciendo referencia a esa herencia religiosa europea sumada a ese avance del laicismo y la convivencia pacífica de diferentes formas de pensar y de creer.

Según sus palabras, el apartado en torno al tema del laicismo en el Tratado de Lisboa, documento que España está a punto de ratificar, "no significa ni ignorancia ni desprecio del hecho religioso", sino que "se inspira y respeta la herencia cultural, religiosa y humanista de Europa, además de contemplar específicamente la identidad de las diferentes iglesias que coexisten en el continente".

Diversidad política y religiosa

Barón puso de relieve que estos valores que se dan en la Unión Europea actualmente se basan en el trabajo conjunto de muchas personas de diversa ideología, como demócrata-cristianos, socialdemócratas o liberales, que "en sus diferencias buscaron valores conjuntos", lo que ha dado como resultado una serie de libertades religiosas que enriquecen a los europeos.

Sin embargo, añadió, "lo positivo es que los valores cristianos se han hecho universales, están ahí, y además hemos conseguido que fuese posible su convivencia con valores distintos, teniendo en cuenta un principio que está en el Evangelio, que es el de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, principio que los europeos estamos aplicando seriamente".

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