40 entidades de vecinos tomarán Barcelona contra la inseguridad

La manifestación de Tsunami Veïnal de septiembre de 2018.
La manifestación de Tsunami Veïnal de septiembre de 2018.
ACN
La manifestación de Tsunami Veïnal de septiembre de 2018.

Cuando se cumple un año de la primera manifestación del movimiento Tsunami Veïnal, que nació para reclamar más seguridad y civismo en Barcelona, los vecinos que lo integran volverán a la carga este sábado con una marcha que previsiblemente sacará más músculo que la del septiembre pasado.

Por un lado, porque llega en un momento especialmente caliente en cuanto a delincuencia, pues este verano se han registrado 10 homicidios en la ciudad y los delitos han crecido un 9% en lo que va de 2019 en relación al mismo periodo de 2018, según datos de Mossos y Guàrdia Urbana. Por el otro, porque en la manifestación, que empezará a las 18 horas en la Via Laietana frente a la que fue la sede central de Correos y terminará en la plaza Sant Jaume, participarán casi una cuarentena de entidades vecinales (38) de 18 barrios, mientras que el año pasado las asociaciones fueron una quincena y los barrios, 10. Lo explica el portavoz de Tsunami Veïnal, Manel Martínez, que dice que esperan "superar" el número de asistentes de septiembre de 2018, que fue de "entre 1.200 y 1.500".

Cuenta también que el lema de la marcha será 'Por una Barcelona cívica y segura', porque aunque ha habido "movimientos" por parte de las administraciones para tratar de mejorar la situación, "ni han sido suficientes ni se han marcado con la prioridad que toca", por lo que quieren darles "un toque de atención" a la alcaldesa, Ada Colau, y al conseller de Interior, Miquel Buch.

Asociaciones de vecinos como las del Raval, la Barceloneta, la Vila Olímpica, la Zona Fòrum, el Besòs, el Turó Park, el Carmel, Sant Andreu del Palomar, Hostafrancs, el Eixample Esquerra o Sant Antoni Vigila son algunas de las que secundarán la protesta, que según Martínez, no forma parte de un movimiento politizado. "Integra a personas con todo tipo de ideologías", asegura, después de que el año pasado algunos colectivos vecinales acusaran a Tsunami Veïnal de representar los intereses de los partidos de la oposición en el Ayuntamiento.

Desde Sant Antoni Vigila, su portavoz, Lidia Sánchez, explica que lo que les ha llevado a unirse a la manifestación son sobre todo los robos a tiendas del barrio por la noche. La plataforma, de comerciantes, nació el pasado julio a través de una aplicación de mensajería instantánea que ya reúne a 190 personas, para denunciarlos y para concienciar a los vecinos de la necesidad de llamar al teléfono de emergencias 112 ante hechos delictivos. Según las cifras que maneja, desde que empezó el año ha habido 122 robos o intentos de robo a establecimientos, por lo que pide "más vigilancia policial de noche" y "cambiar las leyes" para que "los que son detenidos no queden enseguida en libertad".

"La semana que viene nos reuniremos con el regidor Jordi Martí y el viernes 20 de septiembre a las 12 del mediodía los comercios bajarán a medias la persiana y la mantendrán así durante 10 minutos mientras pitan en señal de protesta", anuncia Sánchez.

Otra de las asociaciones vecinales que participarán en la marcha del sábado es la de la Zona Fòrum, para quejarse "por los problemas de droga, los robos y el incivismo" en el barrio, explica uno de sus vocales, Juan Antonio Flores, y para pedir que no se instale un centro para menores extranjeros no acompañados –los conocidos como menas– en un solar junto a la Torre Telefónica. "Puede traer más delincuencia", dice Flores, y explica que "desde mediados de agosto" hacen caceroladas contra el proyecto.

La ubicación definitiva del centro, que sustituirá a otro que ahora está en Collserola, no está, sin embargo, decidida, a la espera de que Ayuntamiento y Generalitat lleguen a un acuerdo.

Estará presente, asimismo, en la manifestación, la Associació de Veïns de la Barceloneta, de la que es vicepresidente Martínez, el portavoz de Tsunami Veïnal, que asegura que en el barrio existen "graves problemas de incivismo". "Hay gente que grita y hace sus necesidades en la calle, peleas, una invasión de vehículos de movilidad personal...", señala, y lo atribuye, en gran medida, a los pisos turísticos irregulares de la zona. "El Ayuntamiento los denuncia pero no los cierra. Hay más de 800 plazas en el barrio en Airbnb y solo unas 78 licencias", asegura.

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