Autorizadas obras de seguridad "no urgentes" en las Atarazanas a la espera del proyecto integral

  • La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, adscrita a la Consejería de Cultura, ha autorizado a la Fundación La Caixa a acometer "obras de seguridad no urgentes derivadas" de la Inspección Técnica de Edificios (ITE) en las Reales Atarazanas, declaradas bien de interés cultural (BIC), a la espera de la ejecución del proyecto destinado a restaurar íntegramente el monumento y adaptarlo para su uso como nuevo espacio cultural.

En concreto, y según un acuerdo de la Comisión de Patrimonio adoptado a finales de julio y recogido por Europa Press, dicho organismo ha aprobado una propuesta de actuación promovida por la Fundación La Caixa como entidad concesionaria del uso de este monumento de propiedad autonómica, para emprender en el mismo "obras de seguridad no urgentes derivadas de la ITE" para "estabilizar el estado del edificio" y que conserve "las debidas condiciones de seguridad y salubridad a la espera de que se ejecute el proyecto de rehabilitación integral", que como se informaba recientemente ha sido objeto de un dictamen por parte de la comisión, reclamando no pocas mejoras en el diseño propuesto.

El dictamen de la Comisión de Patrimonio, recogido por Europa Press, informa "de manera positiva" sobre el mencionado proyecto de ejecución, porque sus términos "respetan de forma global los valores identificados" del emblemático monumento, los mismos se ajustan a la Ley de Patrimonio Histórico Español y se "cumplen" las directrices del acuerdo suscrito en 2017 entre la Consejería de Cultura como dueña del edificio, La Caixa como concesionaria de la gestión del mismo y la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa), para solucionar por vía extrajudicial el conflicto planteado por los conservacionistas ante el diseño original del proyecto de restauración, obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra.

El proyecto en cuestión está destinado a la restauración del citado recinto histórico, formado por restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX, así como a su transformación en un nuevo espacio cultural.

El diseño original pergeñado por Vázquez Consuegra fue autorizado en 2015 por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico e incluso contaba con licencia de obras, si bien Adepa y otros colectivos conservacionistas lo tachaban de "crimen patrimonial".

CRÍTICAS DE LOS CONSERVACIONISTAS

Principalmente, criticaban que la iniciativa no recuperase la cota original del monumento y contemplase "la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior", con la instalación de "varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado".

Además, criticaban la previsión inicial de incorporar "micropilonos de hormigón a los pilares originales", lo que a su juicio suponía "introducir elementos nuevos disruptivos con el entorno y contrarios a la conservación íntegra" del monumento.

Adepa, de hecho, impugnó ante los tribunales la licencia de obras del proyecto, consiguiendo una orden judicial de suspensión cautelar de la licencia, hasta la resolución definitiva del litigio.

No obstante, la ardua negociación entablada entre Adepa y la Consejería de Cultura para alcanzar un acuerdo extrajudicial acabó dando su fruto, con un principio de acuerdo para una salida negociada. En concreto, ambas partes acordaron reformular el proyecto técnico inicial, renunciando a los micropilonos de hormigón, los encepados de hormigón o los taladros en los pilares, e incluyendo excavaciones en las naves seis y siete del monumento hasta el nivel original del mismo, así como la excavación y recuperación de los vestigios de la antigua muralla almohade, entre otros múltiples aspectos.

EL ACUERDO DE LAS ATARAZANAS

Así, a finales de diciembre de 2017, la Junta como titular del monumento, la Fundación La Caixa como concesionaria del contrato de restauración y gestión del recinto y Adepa firmaban el acuerdo que ponía fin a este conflicto, con aportaciones y recomendaciones de todas las partes que enriquecían el proyecto original, que había de ser modificado por Guillermo Vázquez Consuegra.

Ya a finales del pasado mes de julio, en ese sentido, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico analizaba el nuevo proyecto de ejecución elaborado por Vázquez Consuegra merced al mencionado acuerdo, emitiendo un dictamen "positivo" sobre el mismo por los aspectos ya descritos.

No obstante, la Comisión Provincial de Patrimonio expone en su dictamen que de cara al "correspondiente proyecto de ejecución y de conservación completo y convenientemente visado", documento que habrá de ser también analizado por este organismo "previamente a su autorización", es necesario que la actuación incorpore una serie de "consideraciones".

Entre tales "consideraciones", figura la idea de que se "contemple la posibilidad de excavar la zona anexa al Postigo del Aceite, toda vez que es necesario "retirar los tubos de inyección de los refuerzos y recalces bajo la cimentación de las pilastras" y "debería contemplarse la posibilidad de prescindir o no" de la "nueva escalera diseñada para permitir el acceso a la zona excavada", como consecuencia de "su ubicación junto a los restos excavados de las pescaderías" y otros posibles vestigios que "emerjan".

Además, el dictamen señala que si bien en la memoria del proyecto se "sigue insistiendo en el acceso principal" al monumento por la calle Dos de Mayo, "dado que formaba parte de los acuerdos adoptados, se recomienda la reconsideración como único acceso el principal por la calle Temprado". También recomienda la comisión que la librería-tienda proyectada en el recinto "sólo tenga acceso desde dentro del edificio y no desde la calle.

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