La acusada de matar a puñaladas a su concuñada tras una discusión por el mal olor de la basura iniciada, según dice, por la víctima, ha negado hoy que tuviera intención de dañarla y ha atribuido su muerte al forcejeo entre ambas, que hizo que se clavara accidentalmente el cuchillo que portaba.

Durante la primera sesión del juicio seguido en la Audiencia de Granada contra Vanesa C.H., que contaba 20 años cuando presuntamente mató a su concuñada, en marzo de 2007, la acusada ha admitido que ambas discutían habitualmente, aunque mantiene que no era nada "grave" y que, antes del día de los hechos, nunca se habían pegado.

Según su relato, intercalado a veces por sollozos, la discusión se inició cuando abrió la puerta de su casa para introducir el pañal de uno de sus tres hijos, que estaban con ella, en el cubo de la basura que tenía a las puertas de su vivienda para mayor comodidad.

Su concuñada -pareja del hermano de su compañero sentimental-, que tenía 17 años y una hija de un año, estaba en ese momento barriendo la puerta de su casa, contigua a la de la acusada.

Según la acusada, la víctima le recriminó los malos olores que causaban en su vivienda el uso de ese cubo de basura -circunstancia que había motivado discusiones anteriores-, la insultó y se fue hacia ella, que en ese momento portaba un cuchillo de trece centímetros y medio de hoja con el que, dice, estaba pelando patatas cuando salió un momento a echar los pañales al contenedor.

La víctima le dio "una patada en el estómago", según la acusada, que respondió dándole un empujón a la altura del pecho para "parar los golpes" que le propinaba, momento en el que la fallecida la arrastró de los pelos hasta una alambrada metálica cercana.

Allí, ha agregado ante el jurado popular que la enjuicia, la víctima se le subió encima mientras ella "alzaba las manos", en una de las cuales portaba el cuchillo, parar "parar los golpes".

La acusada dice suponer que la víctima se clavó el cuchillo cuando se "abalanzó" sobre ella, y mantiene, en alusión al hecho de que la fallecida presentara varias puñaladas, que si le dio alguna otra no mortal durante el forcejeo no se dio cuenta.

Dice que no tuvo intención de dañarla, que fue ella misma la que pidió auxilio, que durante el forcejeo la víctima no se quejó y que se percató de que ésta había resultado herida al ver la sangre, aunque no se enteró de su muerte hasta que estaba en los calabozos.

La acusada ha admitido que en discusiones anteriores ambas se habían amenazado de muerte aunque sin intención de llevarlo a cabo. El fiscal

El juicio se retomará mañana con la declaración de los peritos y testigos propuestos por el Ministerio Fiscal.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE GRANADA