Finalmente ha salido a la luz, tal y como se suponía en abril de este año, cuando se comenzó a barruntar que Antonio David, exmarido de Rocío Carrasco, había cometido presuntamente un delito de insolvencia punible en los años posteriores a su divorcio.

Ahora, el Jugado de Instrucción número dos de Alcobendas, en Madrid, ha hecho pública la querella interpuesta por la hija de Rocío Jurado en el que acusaba al empresario de no pagarle la pensión durante ocho años (desestimó su recurso de apelación), escrito del fiscal al que ha tenido acceso Vanitatis.

El fiscal, debido a este presunto delito de insolvencia punible, pide tres años de cárcel y una multa diaria de 12 euros, pero los hechos se remontan a 2005, cuando un juez condenó al ex Guardia Civil a pagar 559,83 euros mensuales a Rocío Carrasco en concepto de manutención, dado que por aquel entonces tenía la custodio de los dos hijos de ambos.

Antonio David se declaró insolvente y, de esta forma, aseguraba no poder hacerse cargo de los pagos obligatorios, acumulando con el paso de los años una deuda cercana a los 59.000 euros (58.876,84 euros, exactamente), sin contar los costos y los intereses.

Sin embargo, Antonio David no ha cesado de aparecer públicamente: ha aparecido en multitud de programas de televisión, ha dado exclusivas a revistas... De todo ello ha dudado el fiscal, porque queda claro que cobró dinero por dicha actividades.

Por ello, la acusación sostiene que Antonio David desvió esas cantidades a empresas que estaban a nombre de otras personas, como su entonces representante o su actual pareja.

En el documento que posee el citado medio se recogen detalladamente todas aquellas exclusivas y entrevistas que dio el empresario entre 2011 y 2016 y las cantidades son bastante sorprendentes para alguien que  se ha declarado insolvente.

Por la participación semanal, durante cuatro meses de 2011, en un programa de Telecinco, Antonio David acumuló cerca de 112.800 euros. Por tres portadas de revista en 2016, más de 120.000 euros.

No solo eso: hay pagos de hasta 300.000 euros que han ido a parar a algunas de las empresas que no estaban a su nombre. El fiscal pretende que haya un juicio oral en el que declare como acusado, mientras que llama a Rocío Carrasco y a su exrepresentante como testigos.

Resumir en apenas unos párrafos las batallas judiciales y familiares entre Rocío Carrasco y Antonio David  es una tarea inane. Desde que se divorciaran en 1999, han sido 20 años en los que las batallas legales han ido desde los malos tratos psicológicos (fue archivada) hasta la custodia de los hijos de la pareja, Rocío y David Flores, pasando por la insolvencia, que es la actual guerra que mantienen.